sábado, 26 de junio de 2010

XI.- MODERNISMO CIBERNÉTICO Y EL DESASTRE.

Dos días después, de vuelta de la hora de  almuerzo, aparecía en el Messenger “José M. puede que esté desconectado”.

- Hay no!!!!!!! dijo en voz alta Josefina
- Que pasó le preguntó Mario
- No nada, solo que se metió un amigo en Messenger y yo no estaba
- Un amigo con ventaja

Josefina simuló no escucharle. Había abierto el mail y había uno de José Manuel:

“Mi querida Josefina:
Como no te encontré en Messenger para que chateáramos un rato, es que te cuento un poco del viaje.
Se me hizo muy corto, ya que lo dormí todo. Me pareció que Santiago y Madrid están más cerca que Santiago y Buena Suerte. Esto a consecuencia del trasnoche.

El tiempo bastante bueno con algo de frío, pero muy agradable para caminar, cosa que me encantaría hacerla contigo.

Bueno como estaba programado, asistí al Congreso sobre “gestión”; bastante interesante, se tocaron temas como las innovaciones como una fórmula de elevar la competitividad con recursos intangibles, en una gestión integral a fin de fomentar la calidad de las revistas”. Se formaron mesas de trabajo, y como buenos españoles con bastante vino y comida excelente.

Como era de suponer cuando me aburrí, me fui a visitar la exposición de pintura “lagrimas de Eros”; la verdad no entendí mucho, pero mezcla el erotismo con la belleza, la tentación y la trasgresión. No espero que lo entiendas, ya que te reitero que yo allí, parado frente a las pinturas, poco capté, pero te ayuda a abrir la mente; también asistí un día que estaba más caluroso a la feria del libro que se lleva a cabo en el Parque del Retiro, lugar del palacio de recreo de los reyes antiguamente, con unos jardines Josefina, estanques, lagos, canales que son una maravilla. Hay un lugar muy bello dentro de este, que es la vía de las estatuas, dedicadas en su mayoría a los monarcas. Ayer en la tarde, fuimos con unas señoras de argentina a El Paseo del Prado. Siempre me impresiona; en pocas cuadras ves toda la arquitectura, escultura, pintura (Graciela gozaría).

Al final terminaron en el Cortefiel que se encontraba en liquidación, y yo…como un santo hombre esperando. Que difíciles son las mujeres!.

Quisiera seguir escribiéndote, pero me vienen a buscar.

Besos de quién solo piensa en ti,
José Manuel"

Terminar de leer el mail y dar un suspiro fue todo junto. La leyó varias veces, pero algunas frases como “mi querida Josefina” o “me encantaría hacerlo contigo” o “besos de quién solo piensa en ti”, la mantuvieron todo el resto de la tarde desconcentrada. Solo tenía cabeza para recordar “besos de quién solo piensa en ti”.

                                             ***
Mientras Josefina llevaba a Graciela al dentista, su madre la llamó para contarle que hacia dos días que tenía un dolor de estómago insoportable.
- Tomate un agüita
- He tomado varias y se me está haciendo imposible soportarlo
- Termino con Graciela que voy al dentista y nos vamos a tu casa
- Si, no te preocupes, puedo esperar
- Acuéstate, es lo mejor
- Si no me he levantado en dos días
- Mamá y como no me avisaste, dijo Josefina
- Pensé que se me pasaría pronto, o algo que comí me cayó mal.

Cuando llegaron, la abuela se encontraba desfigurada de dolor. Graciela creyó prudente llamar al doctor, pero Josefina pensó que podía ser hasta un infarto.
- Mamá, tal como estás nos vamos a la clínica
- Hay Josefina no soy capaz de levantarme
- Pero entonces llamaré a una ambulancia y nos vamos a la clínica.
- Si, yo creo que es mejor
- Graciela, por favor llama a la coronaria y avisa que vengan de inmediato.

Se recordó lo que un tiempo atrás había escrito, no era posible que se demoraran tanto.

- Josefina, diles que no vengan con bocina, todo el mundo se va ha enterar- dijo la abuela.
- Mamá, que te importa
- Por favor- suplicó con voz quejumbrosa-  Graciela llama nuevamente y diles que vengan sin bocina.

Cerca de quince minutos después, tocaban el timbre y tres personas entraban mientras el chofer esperaba en la ambulancia.

Los parámetros estaban muy alterados; presión arterial ocho con cuatro, sudorosa, estómago duro y el dolor de uno a diez….nueve. Se determinó llevarla a la clínica con un calmante intravenoso que le colocaron.

Una vez en urgencia, Josefina llamó a su hijo y a Raimundo para avisarles. La espera se hizo larga y después de múltiples exámenes le informaron, que la enfermedad era pancreatitis.

De inmediato la ingresaron a la unidad de tratamientos intensivos; con ayuno absoluto y conectado a toda clase de mangueras y máquinas para monitorearla.

Lo único que pidió fue que buscaran a su cura “guía espiritual” para confesarse. Estaba conciente que era una enfermedad extremadamente grave. No fue posible que viniese por múltiples compromisos, por lo que Graciela le solicitó el favor a uno de la capilla cercana a la clínica. Apareció de noche. Raimundo, Josefina, Joaquín, Macarena y Graciela se acercaron alrededor de la cama, mientras el sacerdote rezaba un padre nuestro y pedía consuelo y paz para vencer las dificultades propias de la enfermedad, y el perdón de todos sus pecados. Continuaron con tres aves marías mientras la untaba con aceite de oliva bendito por el obispo. La abuela se quedó más tranquila. Había cumplido con el quinto sacramento que la iglesia. Estaba muy adolorida y su cara lo reflejaba. Salieron de la habitación y se encontraron con compañeros de oficina de Josefina, y de colegio de Graciela.

Esperaron hasta que cerca de la media noche los niños y se fueron a sus respectivos hogares. Raimundo la acompañó un rato más, casi como una obligación. Se paseo una y otra vez buscando a alguien, se adentró en todas las puertas que encontró abiertas, comió en la cafetería, hasta que aburrido se fue a ver a casa a Graciela.

Josefina no pegó una pestañada en toda la noche; pidió una frazada para taparse y se recostó sobre los sillones de la sala de espera. Apenas vio que aclaraba entró a ver a su madre, figuraba desgarrada de dolor y con analgésicos cada vez más potentes. El médico pasaría cerca del medio día; hasta esa hora nada se podía hacer, solo mojarle con un algodón los resecados labios. Si hasta para darla vuelta había que llamar a un enfermero, ella sola no podía, ni siquiera con la ayuda de Josefina.

El estómago cada vez más hinchado, a través de la colcha se podía apreciar el abultamiento como si fuera un embarazo. Josefina pensó e imaginó a su madre en esa condición, pero no se atrevió a decírselo. No era positivo como comentario si hasta el humor había perdido. Los antibióticos no hacía aún efectos y la fiebre tampoco cedía.

Josefina pensó en cuanto le hacía falta José Manuel y cuanto lo extrañaba.

Josefina le pidió a Raimundo que le trajera su computador para trabajar un poco desde la clínica; la verdad era otra. Deseaba ver si había recibido algún otro mail desde Francia, ver si tenía un poco de ironía, concentración e imaginación para escribir un nuevo artículo.

En la tarde apareció Florencia con Graciela; ambas entraron en la habitación de la abuela. Florencia salio con cara de circunspecta y lloriqueando.

- Señora Josefina, de esta no va ha salir. Está con mucho dolor y su cara es muy malita.
- Florencia no digas eso; mi mamá tiene que pasar por todo este proceso, el doctor me lo dijo; mañana le harán una nueva tomografía para ver si hay necrosis en el páncreas y en ese caso se debería operar. Es primera vez que está enferma y es fuerte.
- Pero yo la veo tan mal
- Obvio como no la vas a ver mal si nunca ha estado enferma.
- Y como se agarro esto señora?
- No hay una causa, ya que no se le han encontrado cálculos biliares, que podría haber sido una razón.
- Yo me salí porque dice que está con nauseas y llamó a la enfermera. Gracielita se quedó con ella.
- Anda si quieres a la cafetería y voy a ver como está.
- No la espero aquí no más.

Cuando entró a la pieza, Graciela se encontraba de la mano de su abuela y con la otra le sobaba el estómago.

- Josefina no puedo más de dolor, y unas nauseas espantosas, Si hasta me cuesta respirar, ojala me den morfina.
- Cuando pase el doctor a la noche voy a preguntarle.
- Tienes cara de cansada, hoy ándate a la casa y regresas mañana.
- Ahí voy a ver.
- Pero tienes que cuidarte, si caemos las dos enfermas todo se complica.
- No si no voy a enfermar. Fíjate que llegó el otro día un mail don José Manuel, estaba en España y lo ha pasado muy bien. Te mandó saludos
- Ni le cuentes de esto
- No, de lejos las cosas siempre son más negras.
- A ti como te fue en la universidad? le preguntó a Graciela
- Bien, nada nuevo

Josefina aprovecho de darle instrucciones a su hija como:




- Por favor cuando llegues llama a Sarita y dile que por mail le mando el artículo, aprovecha de avisar en la oficina que me voy a conseguir una licencia, ya que faltaré hasta que la abuela se mejore.



- Hay hijita, no te vayan a echar.

- No mamá, no te preocupes.



Cerca de las nueve Florencia y Graciela se fueron; apareció Raimundo con Joaquín y Macarena. Habían llegado varias personas de la oficina junto a Sarita. Bajaron a la cafetería a que Josefina comiera algo. Raimundo se dedicó a contar chistes y entretener a casi todos los del lugar, hasta que desapareció por un largo rato. Josefina estaba tan histérica con lo que estaba viviendo que agradeció su ausencia; de hecho estuvo a punto de pedirle que se callara minutos antes. No era el momento y el lugar apropiado para tanta diversión.

Cuando apareció, lo traía una enfermera en una silla de rueda y el pie con una bota de un material tipo yeso.



- Que le pasó Raimundo preguntó Sarita preocupada.

- Iba a ver a mi suegra y me torcí el pie y me caí. Las enfermeras que ayudaron a pararme me llevaron a urgencia, y ahí me dicen que me hice un esguince muy grande.



Josefina sintió que no podía competir de manera más ridícula con su madre. Raimundo cada vez que sentía que alguien pasaba a ser más importante que él, acudía a ese manipuleo, que solo es visto por la pareja



- Lo último que me faltaba, escapó de su boca en forma inconciente su esposa.
- Claro Josefina, los demás pueden estar enfermos, tu creerles y cuidarlos, pero yo claro…

- Raimundo por favor este no es un lugar para discusiones, por favor ándate a la casa.

- Se me olvidaba que da lo mismo lo que me pase- respondía agriamente Raimundo

- Hay no es que me de lo mismo, pero basta, ya no puedo más contigo, con mi mamá, con la oficina, con... la vida,..exclamó Josefina dándose cuenta que públicamente estaba demostrando sus problemas matrimoniales que tanto había callado



- Mamá: interrumpió Joaquín.

- Tienes razón disculpa, es que estoy muy nerviosa

- Raimundo, yo te llevo a la casa y deja el auto aquí- le propuso Joaquín.

- No Joaquín, no te preocupes, si yo puedo manejar.

Y parándose todos, se despidieron hasta el otro día, con la abrupta discusión, deseándole a la madre una pronta recuperación.
Josefina acompañó a su madre en la habitación hasta que quedó dormida.



Salió a la sala de espera, abrió su computador, y se conectó directamente con su email.

Habían veintiséis, solo buscó el de José Manuel que había llegado un par de días atrás.



“Huy Josefina:

Pensé que al abrir esta máquina, al menos un mail tuyo encontraría;

Ha pasado tiempo y nada se de ti.

Extraño todo, hasta el café.

Ayer participé de una conferencia (por casualidad) sobre si la prensa escrita no se convertirá a corto plazo en un ícono de la era industrial, pronto a desaparecer, todo esto en relación a la reducción de ejemplares que hoy sacan los diarios. Algunas hipótesis eran frente a la gratuidad de estos y entonces como una manera de enganchar a los lectores, por poco dinero incluir CD, o libros etc. Y a pesar de no estar dirigido al campo de nosotros me pareció válido y como para pensarlo.

Llegué tarde a otro que había empezado sobre “Ética periodística”.

Bueno no te lateo con esto, solo me he acordado de ti en la ciudad de Aznavour, donde en cada esquina, cada plaza y cada café hacen de Paris un lugar maravilloso. Por supuesto que fui al Louvre; siempre falta tiempo para recorrerlo. No pude dejar de visitar la exposición Babylone; muestra que abarca desde el dos mil hasta el año setenta y cinco antes de Cristo.

Me invitaron (Raúl, el amigo del cual te hable) a Pigalle comimos en un boliche y en la noche nos fuimos al Moulin Rouge (hace bien a la vista)ja, ja, ja.

La vista desde mi pieza es soberbia; frente al Arco de Triunfo y los Campos de Eliseo. No puedes morirte, sin caminarlo antes.

Aparte de cumplir las metas propuestas antes de partir, el ocio, y el turista que hay dentro de mí han aflorado con comodidad. Ni siquiera me he conectado con Sarita y sus secuaces.

Bueno Josefina, me habría encantado encontrar un par de letras tuyas, pero tendrás tus razones….

Un fuerte abrazo, de quién mucho te quiere,
José Manuel”.

Alcanzó a terminar de leer, y como sobre nubes volvió donde su madre, dispuesta a contarle su secreto, pero la encontró dormitando. Había tenido una crisis de taquicardia, que según el médico de turno era “esperable”. Su decisión de dormir en su cama quedó truncada, ella sabía que su madre le tenía terror y horror que la muerte la pillara sola, sin estar tomada de su mano, si más que mal, a pesar de respetar sus independencias, jamás habían estado separadas; aún más, había un pacto desde que Josefina era pequeña, que frente al dolor de una, al estar de la mano traspasaba el dolor a la otra y se hacía más llevadero. Ahí en ese momento se preguntaba Josefina si realmente su mamá creía en esto? Es verdad entonces que dos manos unidas hacían cable a tierra y el dolor disminuía? Como ayudarla efectivamente a traspasar un poco de su dolor, a su cuerpo? Estas y otras cosas más le había metido en la cabeza en su niñez, y ella a su vez se las había transmitido a sus hijos. No existían entonces los caballos colorines? Era mentira sacudir los dedos para sacarse las penas o el dolor? No era necesario entonces no sobarse el codo cuando se pegaba, pues si lo hacía no recibiría un regalo? Y si se quemaba un dedo pasarlo sobre el pelo no sacaba ampolla?.

Recordó la magia que le rodeó la infancia, aquella que le inventó generalmente frente a adversidades y una lágrima rodó por su mejilla.

Se refugió en su niñez, y se recostó al costado de su madre para sentirse segura del presagio que presentía.

Cuando se dio cuenta de lo tarde que era, se fue nuevamente a la sala de espera a enviar un mail con urgencia

" Sarita, perdona la hora, pero hoy recibí un mail de don José Manuel, te pido que no le vayas a comunicar nada acerca de mi mamá."

Sorprendida recibió respuesta inmediata

- Oye Josefina, no me pongas en problemas, si se entera que yo sabía es capaz de despedirme
- Yo me encargaré que eso no ocurra, con voz firme respondió Josefina
- Y desde cuando que tanto poder tienes?
- No, es una forma de decirlo. Que poder podría tener yo?- a pesar que para su adentro sabía que su palabra era importante

Los exámenes no han salido bien; hay liberación de enzimas pancreáticas y casi con seguridad una necrosis del órgano. Josefina queda inmóvil, no se encuentra preparada para esta evolución. Guarda silencio y escucha. Solamente habla del dolor el médico, de como asistirla, de como quitárselo.

- Está con tratamiento, indiqué demerol y evaluaremos más adelante un drenaje quirúrgico.

A la hora de almuerzo Raimundo pasó rápido a la clínica ya que a la noche tenia el cumpleaños de Arturo, un amigo que a Josefina le parecía una mala influencia, por ser separados tres veces y andar con muchas mujeres. Josefina lo escuchó, ni se inmutó.

- Deberías ir a la casa a descansar, le dijo Raimundo en tono compasivo



Josefina no reaccionó.



- Bueno, si no vas ha contestar, mejor me voy, le dijo Raimundo levantando la voz, y haciendo que no reaccionara ni por vergüenza a la gente que la rodeaba



Josefina no le respondió, ni se despidió.



Macarena la acompañó toda la tarde; entraban alternadamente a acompañar a la madre, entraban juntas, salían y guardaban silencio. Cuando Graciella llegó se unió al grupo, que continuó con el constante ir y venir en el más absoluto silencio. Las horas pasaban lento, y solo la apertura pausada y mínima de los ojos de la abuela, les indicaban de su estado de vigilia. Esto se rompía con la entrada de alguna enfermera para administrar calmantes, tomar control de temperatura, presión, revisar la sonda nasogástrica, y cambiarla de posición.

La visita del kinesiólogo solo agrandaba los dolores, pero había que evitar una trombosis. Cada día aparecían más términos médicos, cada día se debilitaba más el organismo.



- Mamá, voy a dejar a las niñitas hasta la entrada y fumarme un cigarro. - Le dijo Josefina acercándose al oído

- José Manuel no te ha escrito? Le preguntó su madre y sorprendida ante semejante pregunta y lucidez, rápidamente le respondió



- Si está en Paris, dice que no podemos morirnos sin caminar por los campos de Eliseo

- Lo tendrás que hacer tú sola

- Hay abuela, estás en las mejores manos y pesimista. La desconozco, replicó Graciela con lágrimas en los ojos

- Si tu te sintieras como me siento yo, preferirías moriste.

- Mamá: Voy a dejarlas y de ahí te cuento, le dijo Josefina para mantenerla expectante.

- Macarena, muchas gracias dale un beso a Joaquín. Gracielita....mi pequeña....



Cuando caminaban al estacionamiento, Graciela le confesó que andaba con los cuadernos de hojas amarillas



- Te lo dejo para que te entretengas, le dijo

- No creo que los leas Graciela, pero bueno ..... la noche es larga y quizás pueda rescatar algo para la revista.



Y con un beso en la mejilla a cada una despidió.



Mientras caminaba por los pasillos de vuelta a la UCI, no dejaba de pensar en que su madre ya sospechaba que se había enamorado de José Manuel. La vieja era mucho más astuta de lo que parecía, a tal punto que Josefina había descubierto en esos días, que apenas llegaba Raimundo cerraba los ojos a fin que la creyera durmiendo y no tener que hablarle. Cosa igual pasaba cuando entraban las enfermeras tratándola de “mi reina”, mi princesa” o “mi preciosa”.

Volvió donde su madre que dormitaba, y evocando su pasado, cogió el cuaderno y se puso a leer los recuerdos de Joaquín y de ella ante la partida prematura del esposo y padre. Más que mal estaba viviendo casi la misma historia.



“HABLANDO DE SONREIR, O MEJOR DE REIR....



Sonreír relaja, irradia felicidad y paz interna. Tiene un valor terapéutico. He tratado a diario que tú la practiques con todas las oportunidades de reír y sonreír que estén a mi alcance. La plaza, es una de ellas, juegas, cantas, saltas, corres, gritas, te RIES Y SONRIES. Acostarte en la alfombra del living, corriendo todos los muebles y yo hacerle morisquetas es otra. Una que te encanta es hacer casas debajo de la mesa del comedor. En todos estos momentos se siente la casa llena de ALEGRIA, y Dios junto al papá, desde el cielo se deben alegrar de ver y sentir que mi pollito está un poquito mejor.

La entrada al colegio, el enfrentar un edificio enorme, profesores, amigos y explicar, lo que a los siete años es inexplicable. MI PAPA SE MURIÓ.

La pena no se acomoda, las distancias entre unos y otros hacen sentir más la ausencia, porque el miedo te invade. La angustia por mi cesantía me empieza ha ahogar. Me han ofrecido "vender tumbas del parque del recuerdo" soy supercreible y además puedo demostrar lo difícil que fue desembolsar en forma "abrupta" las ciento y tantas uefes que costó. Cuando me lo ofrecieron me pasaron dos cosas por la cabeza; por la mía que agrado; voy a verlo todos los días. Desde afuera me pregunté ¿estos es una broma? ¿Podré algún día superar un poquito si lo que vendo es mi dolor? ¿Es necesario maneosarlo tanto a cambio de unos pesos para colegio, luz, agua, etc.? ¡Claro, quién mejor que yo puede dar un testimonio de cuando una familia queda a la deriva! ¡Que TERRIBLE todo lo que me está ocurriendo! ¡Qué pavor!!!

Abril, en los colegios los niños juegan al trompo o a las bolitas. Yo diría que desde que tengo uso de razón. Ambos juegos los tenemos.. Hoy Joaquín desesperado me "puteaba" porque no podía hace gira, y menos bailar el trompo. Los gritos más suaves eran:



- ¿Porque no te moriste tú si no sabes hacer bailar el trompo?

- Hay ,hay, hay...es todo lo que te he podido contestar, ni siquiera para retarte por tu falta de respeto (que cagada) pienso, como se vendrá el futuro si recién estamos comenzando



Aún no cumplo bien mi rol de mamá, y siento que tengo para rato, si tengo para un buen rato.... No juego contigo como antes, estoy conciente, pero no puedo, ME CUESTA TANTO. Antes....me sentía una súper mamás, feliz con un niño maravilloso y un marido que adoraba; hoy.....la súper mamá es UNA LATA!!! ya no juega naipes, ni arma rompecabezas, ni hace carreras de autos, y rara vez cuento cuentos en las noches.

Estoy en un estado de sopor, casi vegetando, ya no tengo la energía para hacer funcionar ese motor de AMOR, que transmite paz y felicidad.

Cada día más desconfiada de la gente, cada día más ensimismada, cada día me haces más falta para quererte, solo quererte......y de pasadita conversar, compartir y sobretodo aprender junto a ti. ¿Porqué mi rey partiste tan temprano?, ¿Qué hay detrás de todo esto?, ¿Esto es lo que Dios quiere para mi?, ¿Tan fuerte me cree? Te extraño tanto mi amor, me desespero, no se como llenar tu espacio, ya no puedo disfrazarlo más. ¿Que más me espera?, ¿Que será de nuestro hijo?

Estoy tan tonta, todo me hiere, todo me duele, tan sensible me encuentro y tan fuerte, serena y entera DEBO APARENTAR, tantas cosas pequeñas y otras tan grandes de solucionar.

A Dios gracias - porque ya le he tomado un poco de miedo a la vida- Joaquín se ha adaptado bien en el colegio, a pesar que está muy rebelde conmigo pero ha logrado avances importantes en su aprendizaje y adaptación, responsable, sin tener que presionarlo, en su primer año básico hace sus tareas. Madura cada noche como si la envolviera en papel de diario, pero han aparecido algunos problemas; se está haciendo pipí en el colegio, entonces se agarra de la Miss y con el delantal de ella se tapa hasta ir al baño ha cambiarse. Hasta ahora lo hemos manejado bien. Le tengo dos mudas más en el colegio y listo. El toma litros de agua para el asma, lo cual me dificulta en distinguir si es por exceso de esta o penitas, en todo caso, lo que a mi me importa es, que no vaya a tener vergüenza, y entre la Miss y yo lo tenemos manejado.

Tantos secretos de familia que tenemos y que de afuera nadie los ve; el niños sano, Josefina regio, problemas de platas pondrían ser peores. Y (Sobre todo mi mamá: cuando le preguntan como estoy? ella responde SUPER BIEN y yo ...que estoy llorando internamente... la ... quiero....MATARRRR.

He comulgado sin confesarme, pensando y sintiendo que ya con lo que he sufrido estoy perdonada....QUE CATOLICA APOSTOLICA ROMANA , solo dolor.......... “



De todo lo leído no rescata nada para enviárselo a Sarita, era lo vivido con su pequeño hijo, y no iba a desnudar su alma públicamente. No sería una columna esperada. A quién le interesa el dolor ajeno? Pero ya el tono de cronista había comenzado a cambiar, de la ironía a la profundidad o al menos a la empatía, y probablemente comenzaría un giro también que se vería reflejado en la revista, no sería una burda imitación de la Isabel Allende y sus crónicas humorísticas. Josefina sorprendería.....

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