sábado, 26 de junio de 2010

XI.- MODERNISMO CIBERNÉTICO Y EL DESASTRE.

Dos días después, de vuelta de la hora de  almuerzo, aparecía en el Messenger “José M. puede que esté desconectado”.

- Hay no!!!!!!! dijo en voz alta Josefina
- Que pasó le preguntó Mario
- No nada, solo que se metió un amigo en Messenger y yo no estaba
- Un amigo con ventaja

Josefina simuló no escucharle. Había abierto el mail y había uno de José Manuel:

“Mi querida Josefina:
Como no te encontré en Messenger para que chateáramos un rato, es que te cuento un poco del viaje.
Se me hizo muy corto, ya que lo dormí todo. Me pareció que Santiago y Madrid están más cerca que Santiago y Buena Suerte. Esto a consecuencia del trasnoche.

El tiempo bastante bueno con algo de frío, pero muy agradable para caminar, cosa que me encantaría hacerla contigo.

Bueno como estaba programado, asistí al Congreso sobre “gestión”; bastante interesante, se tocaron temas como las innovaciones como una fórmula de elevar la competitividad con recursos intangibles, en una gestión integral a fin de fomentar la calidad de las revistas”. Se formaron mesas de trabajo, y como buenos españoles con bastante vino y comida excelente.

Como era de suponer cuando me aburrí, me fui a visitar la exposición de pintura “lagrimas de Eros”; la verdad no entendí mucho, pero mezcla el erotismo con la belleza, la tentación y la trasgresión. No espero que lo entiendas, ya que te reitero que yo allí, parado frente a las pinturas, poco capté, pero te ayuda a abrir la mente; también asistí un día que estaba más caluroso a la feria del libro que se lleva a cabo en el Parque del Retiro, lugar del palacio de recreo de los reyes antiguamente, con unos jardines Josefina, estanques, lagos, canales que son una maravilla. Hay un lugar muy bello dentro de este, que es la vía de las estatuas, dedicadas en su mayoría a los monarcas. Ayer en la tarde, fuimos con unas señoras de argentina a El Paseo del Prado. Siempre me impresiona; en pocas cuadras ves toda la arquitectura, escultura, pintura (Graciela gozaría).

Al final terminaron en el Cortefiel que se encontraba en liquidación, y yo…como un santo hombre esperando. Que difíciles son las mujeres!.

Quisiera seguir escribiéndote, pero me vienen a buscar.

Besos de quién solo piensa en ti,
José Manuel"

Terminar de leer el mail y dar un suspiro fue todo junto. La leyó varias veces, pero algunas frases como “mi querida Josefina” o “me encantaría hacerlo contigo” o “besos de quién solo piensa en ti”, la mantuvieron todo el resto de la tarde desconcentrada. Solo tenía cabeza para recordar “besos de quién solo piensa en ti”.

                                             ***
Mientras Josefina llevaba a Graciela al dentista, su madre la llamó para contarle que hacia dos días que tenía un dolor de estómago insoportable.
- Tomate un agüita
- He tomado varias y se me está haciendo imposible soportarlo
- Termino con Graciela que voy al dentista y nos vamos a tu casa
- Si, no te preocupes, puedo esperar
- Acuéstate, es lo mejor
- Si no me he levantado en dos días
- Mamá y como no me avisaste, dijo Josefina
- Pensé que se me pasaría pronto, o algo que comí me cayó mal.

Cuando llegaron, la abuela se encontraba desfigurada de dolor. Graciela creyó prudente llamar al doctor, pero Josefina pensó que podía ser hasta un infarto.
- Mamá, tal como estás nos vamos a la clínica
- Hay Josefina no soy capaz de levantarme
- Pero entonces llamaré a una ambulancia y nos vamos a la clínica.
- Si, yo creo que es mejor
- Graciela, por favor llama a la coronaria y avisa que vengan de inmediato.

Se recordó lo que un tiempo atrás había escrito, no era posible que se demoraran tanto.

- Josefina, diles que no vengan con bocina, todo el mundo se va ha enterar- dijo la abuela.
- Mamá, que te importa
- Por favor- suplicó con voz quejumbrosa-  Graciela llama nuevamente y diles que vengan sin bocina.

Cerca de quince minutos después, tocaban el timbre y tres personas entraban mientras el chofer esperaba en la ambulancia.

Los parámetros estaban muy alterados; presión arterial ocho con cuatro, sudorosa, estómago duro y el dolor de uno a diez….nueve. Se determinó llevarla a la clínica con un calmante intravenoso que le colocaron.

Una vez en urgencia, Josefina llamó a su hijo y a Raimundo para avisarles. La espera se hizo larga y después de múltiples exámenes le informaron, que la enfermedad era pancreatitis.

De inmediato la ingresaron a la unidad de tratamientos intensivos; con ayuno absoluto y conectado a toda clase de mangueras y máquinas para monitorearla.

Lo único que pidió fue que buscaran a su cura “guía espiritual” para confesarse. Estaba conciente que era una enfermedad extremadamente grave. No fue posible que viniese por múltiples compromisos, por lo que Graciela le solicitó el favor a uno de la capilla cercana a la clínica. Apareció de noche. Raimundo, Josefina, Joaquín, Macarena y Graciela se acercaron alrededor de la cama, mientras el sacerdote rezaba un padre nuestro y pedía consuelo y paz para vencer las dificultades propias de la enfermedad, y el perdón de todos sus pecados. Continuaron con tres aves marías mientras la untaba con aceite de oliva bendito por el obispo. La abuela se quedó más tranquila. Había cumplido con el quinto sacramento que la iglesia. Estaba muy adolorida y su cara lo reflejaba. Salieron de la habitación y se encontraron con compañeros de oficina de Josefina, y de colegio de Graciela.

Esperaron hasta que cerca de la media noche los niños y se fueron a sus respectivos hogares. Raimundo la acompañó un rato más, casi como una obligación. Se paseo una y otra vez buscando a alguien, se adentró en todas las puertas que encontró abiertas, comió en la cafetería, hasta que aburrido se fue a ver a casa a Graciela.

Josefina no pegó una pestañada en toda la noche; pidió una frazada para taparse y se recostó sobre los sillones de la sala de espera. Apenas vio que aclaraba entró a ver a su madre, figuraba desgarrada de dolor y con analgésicos cada vez más potentes. El médico pasaría cerca del medio día; hasta esa hora nada se podía hacer, solo mojarle con un algodón los resecados labios. Si hasta para darla vuelta había que llamar a un enfermero, ella sola no podía, ni siquiera con la ayuda de Josefina.

El estómago cada vez más hinchado, a través de la colcha se podía apreciar el abultamiento como si fuera un embarazo. Josefina pensó e imaginó a su madre en esa condición, pero no se atrevió a decírselo. No era positivo como comentario si hasta el humor había perdido. Los antibióticos no hacía aún efectos y la fiebre tampoco cedía.

Josefina pensó en cuanto le hacía falta José Manuel y cuanto lo extrañaba.

Josefina le pidió a Raimundo que le trajera su computador para trabajar un poco desde la clínica; la verdad era otra. Deseaba ver si había recibido algún otro mail desde Francia, ver si tenía un poco de ironía, concentración e imaginación para escribir un nuevo artículo.

En la tarde apareció Florencia con Graciela; ambas entraron en la habitación de la abuela. Florencia salio con cara de circunspecta y lloriqueando.

- Señora Josefina, de esta no va ha salir. Está con mucho dolor y su cara es muy malita.
- Florencia no digas eso; mi mamá tiene que pasar por todo este proceso, el doctor me lo dijo; mañana le harán una nueva tomografía para ver si hay necrosis en el páncreas y en ese caso se debería operar. Es primera vez que está enferma y es fuerte.
- Pero yo la veo tan mal
- Obvio como no la vas a ver mal si nunca ha estado enferma.
- Y como se agarro esto señora?
- No hay una causa, ya que no se le han encontrado cálculos biliares, que podría haber sido una razón.
- Yo me salí porque dice que está con nauseas y llamó a la enfermera. Gracielita se quedó con ella.
- Anda si quieres a la cafetería y voy a ver como está.
- No la espero aquí no más.

Cuando entró a la pieza, Graciela se encontraba de la mano de su abuela y con la otra le sobaba el estómago.

- Josefina no puedo más de dolor, y unas nauseas espantosas, Si hasta me cuesta respirar, ojala me den morfina.
- Cuando pase el doctor a la noche voy a preguntarle.
- Tienes cara de cansada, hoy ándate a la casa y regresas mañana.
- Ahí voy a ver.
- Pero tienes que cuidarte, si caemos las dos enfermas todo se complica.
- No si no voy a enfermar. Fíjate que llegó el otro día un mail don José Manuel, estaba en España y lo ha pasado muy bien. Te mandó saludos
- Ni le cuentes de esto
- No, de lejos las cosas siempre son más negras.
- A ti como te fue en la universidad? le preguntó a Graciela
- Bien, nada nuevo

Josefina aprovecho de darle instrucciones a su hija como:




- Por favor cuando llegues llama a Sarita y dile que por mail le mando el artículo, aprovecha de avisar en la oficina que me voy a conseguir una licencia, ya que faltaré hasta que la abuela se mejore.



- Hay hijita, no te vayan a echar.

- No mamá, no te preocupes.



Cerca de las nueve Florencia y Graciela se fueron; apareció Raimundo con Joaquín y Macarena. Habían llegado varias personas de la oficina junto a Sarita. Bajaron a la cafetería a que Josefina comiera algo. Raimundo se dedicó a contar chistes y entretener a casi todos los del lugar, hasta que desapareció por un largo rato. Josefina estaba tan histérica con lo que estaba viviendo que agradeció su ausencia; de hecho estuvo a punto de pedirle que se callara minutos antes. No era el momento y el lugar apropiado para tanta diversión.

Cuando apareció, lo traía una enfermera en una silla de rueda y el pie con una bota de un material tipo yeso.



- Que le pasó Raimundo preguntó Sarita preocupada.

- Iba a ver a mi suegra y me torcí el pie y me caí. Las enfermeras que ayudaron a pararme me llevaron a urgencia, y ahí me dicen que me hice un esguince muy grande.



Josefina sintió que no podía competir de manera más ridícula con su madre. Raimundo cada vez que sentía que alguien pasaba a ser más importante que él, acudía a ese manipuleo, que solo es visto por la pareja



- Lo último que me faltaba, escapó de su boca en forma inconciente su esposa.
- Claro Josefina, los demás pueden estar enfermos, tu creerles y cuidarlos, pero yo claro…

- Raimundo por favor este no es un lugar para discusiones, por favor ándate a la casa.

- Se me olvidaba que da lo mismo lo que me pase- respondía agriamente Raimundo

- Hay no es que me de lo mismo, pero basta, ya no puedo más contigo, con mi mamá, con la oficina, con... la vida,..exclamó Josefina dándose cuenta que públicamente estaba demostrando sus problemas matrimoniales que tanto había callado



- Mamá: interrumpió Joaquín.

- Tienes razón disculpa, es que estoy muy nerviosa

- Raimundo, yo te llevo a la casa y deja el auto aquí- le propuso Joaquín.

- No Joaquín, no te preocupes, si yo puedo manejar.

Y parándose todos, se despidieron hasta el otro día, con la abrupta discusión, deseándole a la madre una pronta recuperación.
Josefina acompañó a su madre en la habitación hasta que quedó dormida.



Salió a la sala de espera, abrió su computador, y se conectó directamente con su email.

Habían veintiséis, solo buscó el de José Manuel que había llegado un par de días atrás.



“Huy Josefina:

Pensé que al abrir esta máquina, al menos un mail tuyo encontraría;

Ha pasado tiempo y nada se de ti.

Extraño todo, hasta el café.

Ayer participé de una conferencia (por casualidad) sobre si la prensa escrita no se convertirá a corto plazo en un ícono de la era industrial, pronto a desaparecer, todo esto en relación a la reducción de ejemplares que hoy sacan los diarios. Algunas hipótesis eran frente a la gratuidad de estos y entonces como una manera de enganchar a los lectores, por poco dinero incluir CD, o libros etc. Y a pesar de no estar dirigido al campo de nosotros me pareció válido y como para pensarlo.

Llegué tarde a otro que había empezado sobre “Ética periodística”.

Bueno no te lateo con esto, solo me he acordado de ti en la ciudad de Aznavour, donde en cada esquina, cada plaza y cada café hacen de Paris un lugar maravilloso. Por supuesto que fui al Louvre; siempre falta tiempo para recorrerlo. No pude dejar de visitar la exposición Babylone; muestra que abarca desde el dos mil hasta el año setenta y cinco antes de Cristo.

Me invitaron (Raúl, el amigo del cual te hable) a Pigalle comimos en un boliche y en la noche nos fuimos al Moulin Rouge (hace bien a la vista)ja, ja, ja.

La vista desde mi pieza es soberbia; frente al Arco de Triunfo y los Campos de Eliseo. No puedes morirte, sin caminarlo antes.

Aparte de cumplir las metas propuestas antes de partir, el ocio, y el turista que hay dentro de mí han aflorado con comodidad. Ni siquiera me he conectado con Sarita y sus secuaces.

Bueno Josefina, me habría encantado encontrar un par de letras tuyas, pero tendrás tus razones….

Un fuerte abrazo, de quién mucho te quiere,
José Manuel”.

Alcanzó a terminar de leer, y como sobre nubes volvió donde su madre, dispuesta a contarle su secreto, pero la encontró dormitando. Había tenido una crisis de taquicardia, que según el médico de turno era “esperable”. Su decisión de dormir en su cama quedó truncada, ella sabía que su madre le tenía terror y horror que la muerte la pillara sola, sin estar tomada de su mano, si más que mal, a pesar de respetar sus independencias, jamás habían estado separadas; aún más, había un pacto desde que Josefina era pequeña, que frente al dolor de una, al estar de la mano traspasaba el dolor a la otra y se hacía más llevadero. Ahí en ese momento se preguntaba Josefina si realmente su mamá creía en esto? Es verdad entonces que dos manos unidas hacían cable a tierra y el dolor disminuía? Como ayudarla efectivamente a traspasar un poco de su dolor, a su cuerpo? Estas y otras cosas más le había metido en la cabeza en su niñez, y ella a su vez se las había transmitido a sus hijos. No existían entonces los caballos colorines? Era mentira sacudir los dedos para sacarse las penas o el dolor? No era necesario entonces no sobarse el codo cuando se pegaba, pues si lo hacía no recibiría un regalo? Y si se quemaba un dedo pasarlo sobre el pelo no sacaba ampolla?.

Recordó la magia que le rodeó la infancia, aquella que le inventó generalmente frente a adversidades y una lágrima rodó por su mejilla.

Se refugió en su niñez, y se recostó al costado de su madre para sentirse segura del presagio que presentía.

Cuando se dio cuenta de lo tarde que era, se fue nuevamente a la sala de espera a enviar un mail con urgencia

" Sarita, perdona la hora, pero hoy recibí un mail de don José Manuel, te pido que no le vayas a comunicar nada acerca de mi mamá."

Sorprendida recibió respuesta inmediata

- Oye Josefina, no me pongas en problemas, si se entera que yo sabía es capaz de despedirme
- Yo me encargaré que eso no ocurra, con voz firme respondió Josefina
- Y desde cuando que tanto poder tienes?
- No, es una forma de decirlo. Que poder podría tener yo?- a pesar que para su adentro sabía que su palabra era importante

Los exámenes no han salido bien; hay liberación de enzimas pancreáticas y casi con seguridad una necrosis del órgano. Josefina queda inmóvil, no se encuentra preparada para esta evolución. Guarda silencio y escucha. Solamente habla del dolor el médico, de como asistirla, de como quitárselo.

- Está con tratamiento, indiqué demerol y evaluaremos más adelante un drenaje quirúrgico.

A la hora de almuerzo Raimundo pasó rápido a la clínica ya que a la noche tenia el cumpleaños de Arturo, un amigo que a Josefina le parecía una mala influencia, por ser separados tres veces y andar con muchas mujeres. Josefina lo escuchó, ni se inmutó.

- Deberías ir a la casa a descansar, le dijo Raimundo en tono compasivo



Josefina no reaccionó.



- Bueno, si no vas ha contestar, mejor me voy, le dijo Raimundo levantando la voz, y haciendo que no reaccionara ni por vergüenza a la gente que la rodeaba



Josefina no le respondió, ni se despidió.



Macarena la acompañó toda la tarde; entraban alternadamente a acompañar a la madre, entraban juntas, salían y guardaban silencio. Cuando Graciella llegó se unió al grupo, que continuó con el constante ir y venir en el más absoluto silencio. Las horas pasaban lento, y solo la apertura pausada y mínima de los ojos de la abuela, les indicaban de su estado de vigilia. Esto se rompía con la entrada de alguna enfermera para administrar calmantes, tomar control de temperatura, presión, revisar la sonda nasogástrica, y cambiarla de posición.

La visita del kinesiólogo solo agrandaba los dolores, pero había que evitar una trombosis. Cada día aparecían más términos médicos, cada día se debilitaba más el organismo.



- Mamá, voy a dejar a las niñitas hasta la entrada y fumarme un cigarro. - Le dijo Josefina acercándose al oído

- José Manuel no te ha escrito? Le preguntó su madre y sorprendida ante semejante pregunta y lucidez, rápidamente le respondió



- Si está en Paris, dice que no podemos morirnos sin caminar por los campos de Eliseo

- Lo tendrás que hacer tú sola

- Hay abuela, estás en las mejores manos y pesimista. La desconozco, replicó Graciela con lágrimas en los ojos

- Si tu te sintieras como me siento yo, preferirías moriste.

- Mamá: Voy a dejarlas y de ahí te cuento, le dijo Josefina para mantenerla expectante.

- Macarena, muchas gracias dale un beso a Joaquín. Gracielita....mi pequeña....



Cuando caminaban al estacionamiento, Graciela le confesó que andaba con los cuadernos de hojas amarillas



- Te lo dejo para que te entretengas, le dijo

- No creo que los leas Graciela, pero bueno ..... la noche es larga y quizás pueda rescatar algo para la revista.



Y con un beso en la mejilla a cada una despidió.



Mientras caminaba por los pasillos de vuelta a la UCI, no dejaba de pensar en que su madre ya sospechaba que se había enamorado de José Manuel. La vieja era mucho más astuta de lo que parecía, a tal punto que Josefina había descubierto en esos días, que apenas llegaba Raimundo cerraba los ojos a fin que la creyera durmiendo y no tener que hablarle. Cosa igual pasaba cuando entraban las enfermeras tratándola de “mi reina”, mi princesa” o “mi preciosa”.

Volvió donde su madre que dormitaba, y evocando su pasado, cogió el cuaderno y se puso a leer los recuerdos de Joaquín y de ella ante la partida prematura del esposo y padre. Más que mal estaba viviendo casi la misma historia.



“HABLANDO DE SONREIR, O MEJOR DE REIR....



Sonreír relaja, irradia felicidad y paz interna. Tiene un valor terapéutico. He tratado a diario que tú la practiques con todas las oportunidades de reír y sonreír que estén a mi alcance. La plaza, es una de ellas, juegas, cantas, saltas, corres, gritas, te RIES Y SONRIES. Acostarte en la alfombra del living, corriendo todos los muebles y yo hacerle morisquetas es otra. Una que te encanta es hacer casas debajo de la mesa del comedor. En todos estos momentos se siente la casa llena de ALEGRIA, y Dios junto al papá, desde el cielo se deben alegrar de ver y sentir que mi pollito está un poquito mejor.

La entrada al colegio, el enfrentar un edificio enorme, profesores, amigos y explicar, lo que a los siete años es inexplicable. MI PAPA SE MURIÓ.

La pena no se acomoda, las distancias entre unos y otros hacen sentir más la ausencia, porque el miedo te invade. La angustia por mi cesantía me empieza ha ahogar. Me han ofrecido "vender tumbas del parque del recuerdo" soy supercreible y además puedo demostrar lo difícil que fue desembolsar en forma "abrupta" las ciento y tantas uefes que costó. Cuando me lo ofrecieron me pasaron dos cosas por la cabeza; por la mía que agrado; voy a verlo todos los días. Desde afuera me pregunté ¿estos es una broma? ¿Podré algún día superar un poquito si lo que vendo es mi dolor? ¿Es necesario maneosarlo tanto a cambio de unos pesos para colegio, luz, agua, etc.? ¡Claro, quién mejor que yo puede dar un testimonio de cuando una familia queda a la deriva! ¡Que TERRIBLE todo lo que me está ocurriendo! ¡Qué pavor!!!

Abril, en los colegios los niños juegan al trompo o a las bolitas. Yo diría que desde que tengo uso de razón. Ambos juegos los tenemos.. Hoy Joaquín desesperado me "puteaba" porque no podía hace gira, y menos bailar el trompo. Los gritos más suaves eran:



- ¿Porque no te moriste tú si no sabes hacer bailar el trompo?

- Hay ,hay, hay...es todo lo que te he podido contestar, ni siquiera para retarte por tu falta de respeto (que cagada) pienso, como se vendrá el futuro si recién estamos comenzando



Aún no cumplo bien mi rol de mamá, y siento que tengo para rato, si tengo para un buen rato.... No juego contigo como antes, estoy conciente, pero no puedo, ME CUESTA TANTO. Antes....me sentía una súper mamás, feliz con un niño maravilloso y un marido que adoraba; hoy.....la súper mamá es UNA LATA!!! ya no juega naipes, ni arma rompecabezas, ni hace carreras de autos, y rara vez cuento cuentos en las noches.

Estoy en un estado de sopor, casi vegetando, ya no tengo la energía para hacer funcionar ese motor de AMOR, que transmite paz y felicidad.

Cada día más desconfiada de la gente, cada día más ensimismada, cada día me haces más falta para quererte, solo quererte......y de pasadita conversar, compartir y sobretodo aprender junto a ti. ¿Porqué mi rey partiste tan temprano?, ¿Qué hay detrás de todo esto?, ¿Esto es lo que Dios quiere para mi?, ¿Tan fuerte me cree? Te extraño tanto mi amor, me desespero, no se como llenar tu espacio, ya no puedo disfrazarlo más. ¿Que más me espera?, ¿Que será de nuestro hijo?

Estoy tan tonta, todo me hiere, todo me duele, tan sensible me encuentro y tan fuerte, serena y entera DEBO APARENTAR, tantas cosas pequeñas y otras tan grandes de solucionar.

A Dios gracias - porque ya le he tomado un poco de miedo a la vida- Joaquín se ha adaptado bien en el colegio, a pesar que está muy rebelde conmigo pero ha logrado avances importantes en su aprendizaje y adaptación, responsable, sin tener que presionarlo, en su primer año básico hace sus tareas. Madura cada noche como si la envolviera en papel de diario, pero han aparecido algunos problemas; se está haciendo pipí en el colegio, entonces se agarra de la Miss y con el delantal de ella se tapa hasta ir al baño ha cambiarse. Hasta ahora lo hemos manejado bien. Le tengo dos mudas más en el colegio y listo. El toma litros de agua para el asma, lo cual me dificulta en distinguir si es por exceso de esta o penitas, en todo caso, lo que a mi me importa es, que no vaya a tener vergüenza, y entre la Miss y yo lo tenemos manejado.

Tantos secretos de familia que tenemos y que de afuera nadie los ve; el niños sano, Josefina regio, problemas de platas pondrían ser peores. Y (Sobre todo mi mamá: cuando le preguntan como estoy? ella responde SUPER BIEN y yo ...que estoy llorando internamente... la ... quiero....MATARRRR.

He comulgado sin confesarme, pensando y sintiendo que ya con lo que he sufrido estoy perdonada....QUE CATOLICA APOSTOLICA ROMANA , solo dolor.......... “



De todo lo leído no rescata nada para enviárselo a Sarita, era lo vivido con su pequeño hijo, y no iba a desnudar su alma públicamente. No sería una columna esperada. A quién le interesa el dolor ajeno? Pero ya el tono de cronista había comenzado a cambiar, de la ironía a la profundidad o al menos a la empatía, y probablemente comenzaría un giro también que se vería reflejado en la revista, no sería una burda imitación de la Isabel Allende y sus crónicas humorísticas. Josefina sorprendería.....

X.- EL AMOR Y LA PENA en un día.

El día anterior a la ceremonia religiosa, mientras Josefina dejaba en una pieza todo listo para su traje de madrina junto a Graciela quién la ayudaba, la mandó a buscar la cartera que usaría.

- No está mamá en el closet
- Debe estar en algún cajón
- Déjame ver

Tanto demoraba Graciela, que Josefina fue a buscarla; allí la encontró, sentada dentro del closet, con los ojos colorados y un cuaderno en sus manos; era uno de los de hojas amarillas.

- Mamá que pena me ha dado todo lo que he leído
- Bueno pero este no es el momento para que te pongas a leer,  quiero acostarme temprano, quiero estar con la cara descansada para mañana que debo terminar las últimas cosas y cuando llegue Joaquín, ojala haya silencio.
- Pero cuando lo escribiste?
- No sé ve la fecha, A ver déjame ver cual es. Ah! Es uno de los primeros, cuando recién enviudé.

“LA TINTA CAMBIO DE COLOR.

Que la tinta cambio de color, porque el gris es aún triste.

Yo sabía donde estaba, lo que no sabía era cuando y para que lo conocería. Agosto 198..., más de veinte años habían pasado.

Una carta de veinte años atrás.

Una carta para ti, o una carta para mí, para poder masticar mi propio dolor, para hacerlo más tangible, para no olvidar, en fin una carta que dirigí a mi niño, que no sabía leer en ese entonces, y que le decía que:

"Si para ti ha sido difícil sobrevivir estos momentos, para mi lo ha sido también, de manera diferente, pero muy dura, porque yo también perdí a un padre a la edad tuya o menor aún; ni siquiera lo recuerdo, y por más que trato decirte los que necesitas, me encuentro con que el sentimiento de pena y el vacio es tan grande y la profundidad de tus preguntas tan inmensa, que a veces te subestimo, y quizás te he herido, o no te he dado las respuestas que esperabas. Pero yo tampoco las tengo.

Perder a un marido, a un amigo-como tu padre me decía- (somos muy amigos) es perder el doble. Perder a una persona tan inteligente, bondadoso, es aún más difícil acostumbrarse a su ausencia. Es como perder la mitad de tu cuerpo, pero a Dios gracias, tu pequeño mío, has colocado en mí la fuerza, la razón que se necesita para vivir este impacto.

Joaquín: tú con tu silencio, a ratos con tu soledad y aislamiento, con tus dolores de estómago y de cabeza cada vez que nos sentamos a la mesa,  con esa mezcla de sentimientos de odio en algunos momentos sentistes ( como cuando el papá se enojaba, porque no me aguantaba que te diera de comer en la boca) y por otro lado con ese amor inmenso por el solo hecho de ser tu padre, por salir a trotar con él por el borde de la playa donde jugaban con las olas, por los cuentos que te narraba, por la dedicación que te daba, por ese PAPA-DIOS que aún podía solucionarte aquellos juguetes que rompías y verlo más grande de lo que en sí era, con tus juegos de niños y tus preguntas de adulto-niño, niño-adulto, adulto-adulto ¿te cuento un par?:

- Si tu eres viuda, entonces yo ¿Soy huérfano de padre?
- ¿Como chocó la camioneta, porqué no vio la roca? y si había neblina porque iba solo?
- ¿Qué otros niños no tienen papá?
- ¿Qué otros papás se mueren jóvenes?
- Yo no tengo pena por el papá.
- Mamá; yo miro la mecedora y veo a mi papá en ella.

Tan maduro, tan sensible. ¿No es acaso la misma sensibilidad que tu padre inmortalizó en tantos cuadros, o en la toma de una foto? Como te has ido haciendo cargo de mi por la preocupación constante que demuestras, con lo perceptivo para poder entender y explica que cuando te portas mal, es porque echas de menos a tu papá. Tantas preguntas:

- ¿Como es el cielo?   ¡Justo nos tenía que pasar a nosotros!  ¿El papá sabe todo lo que yo hago?  ¿Uno se puede morir de pena?  ¿Y de susto?  Cuando yo me case: ¿Mis hijos van a tener abuelo?

Hay enanito! como el papá te llamaba , tan fuerte te has comportado, tan simpático,  tienes también con tu edad un razonamiento primitivo para nosotros los adultos, una elaboración y una sabiduría para vivir, más propia de tu padre, que en más de una oportunidad me has dejado helada. Estás en estos días híper irritable, rebelde, e hiperkinético. Sé que es una forma de demostrar tu pena, pero no puedes comprender que yo también la tengo, y que por eso estoy tensa y a ratos mal humorada.

- Qué come él? Era mi papá el mejor ingeniero de Chile?  Me gustaría tener un lápiz mágico y poder dibujar a mi papá: que hable y se mueva.  A la mamá se le va ha acabar la pena el día que esté en el cielo con el papá.

También me he preguntado ¿Para quién es esta prueba? ¿Qué hay más allá?  Y ahí muero de pena. Siento las mismas dudas e inquietudes que tú y no tengo respuestas para entregarte, solo abrasarte. Tantos momentos vivido, tan intenso, lazos tan fuertes a pesar que en algunas oportunidades discutiéramos frente a un problema, pero sentimientos de amor, de respeto, de admiración, de compañerismo primaron ante cualquier otro. No me es fácil vivir sin él, al contrario; me es angustiosamente difícil. Es tan difícil aceptar los cambios y ver como en cada uno ha repercutido tanto.

Son las ocho de la noche. Estás agotado y te has dormido en mi cama, quizás soñando con él, talvez un sueño angustioso, eso lo sabré después. No quiero mirarte, tampoco puedo leer no me concentro, solo pienso en una sola frase, no quiero que amanezca, no quisiera despertar.

No soy capaz de tomar el desayuno en la mesa del comedor. El espacio se nota. He inventado sacar una silla, pero no es la silla, es la ausencia de él que no pasa, es la moto frente a mí, son los libros, es la ropa , o quizás la máquina de afeitar detenida. Es…..una prematura partida.

Ya he cumplido un mes, el primero de todos los meses venideros, de todo el resto de mi vida.

He viajado a Tocopilla junto a tres amigos, he recorrido los lugares y conversado con las últimas personas que lo vieron. Me he encontrado con sus restos, y los he recogido con respeto, con rabia, con pena, con amor, con orgullo, con celos, con una sensación de ayer, de pasado que cada día ira perdiendo lozanía y cuando los años avancen, quizás no recuerde que ayer estuvimos juntos tomando un café, conversando un vinito tinto en una parrillada, que ayer fuimos uno, y hoy solo soy yo.

Uf!!!! La empresa, lo económico, el mañana. Hoy el gerente general me ha tratado de convencer, en una discusión de ¿Cuánto vale un padre muerto?. Que mañana, tu mi pequeño, estarás muy orgullosos de mí, y al igual que la película dirás ¡QUE BUEN PADRE FUE MI MADRE!”.

                                                          ***
Apenas llegó Joaquín, cerraron el cuaderno y continuaron buscando carteras, medias y accesorios. No era el día para leerlos juntos. Charlaron hasta cerca de la medio noche y se acostaron a los grito de Josefina para que Graciela dejara de entretener a su hermano.

El día llegó; Josefina se encontraba nerviosa; Raimundo preocupado solamente de cómo él se vería, Graciela igual, su madre que nerviosa la llamaba para saber a que hora la pasarían a buscar, si usaba collar de perla o no, si llevaba cartera al tono o no. Florencia, preguntando si la podían maquillar y advirtiéndole que solo iría a la iglesia, “ya que yo no tengo nada que hacer ahí”.

Con calma respondió a cada una de las preguntas, hasta que se dio cuenta que Joaquín estaba listo y ella aún en bata.

- Ya mi amor, ya nos vamos. Dame dos minutos y estoy lista.
- Vamos a llegar tarde, los invitados en la iglesia y nosotros nada aún.
- Solamente falta ponerme el vestido; es que no quería que se arrugara.

Joaquín y Raimundo de traje pingüino; ambos solamente se diferenciaban por el color de la corbata.

La entrada a la iglesia fue espectacular; tanto Josefina con Joaquín irradiaban paz, juventud, alegría y serenidad. Tomados del brazo, Joaquín dejó a su madre en el lugar de madrina frente al imponente altar, desde donde buscó la presencia de don José Manuel; atrás venía Raimundo con Melisa , él como un pavo real mostrando sus plumas; y acompañado todo por música barroca con instrumentos como violín, flauta traversa, viola y chelo.

Macarena entró a la iglesia acompañada de su padre; radiante, con un vestido marfil y una pañoleta dorada que sensualmente caía sobre sus espalda dejándole ver el pronunciado escote que terminaba casi casi, donde la espalda cambia de nombre. El pelo tomado en un sencillo moño, mostraban su figura esbelta y su largo cuello rodeado de un sencillo collar de oro con una cruz.

Una vez finalizada la ceremonia religiosa, se dirigieron a un moderno salón de eventos en lo alto de la ciudad, y entre aperitivos, cena, mesón de postres y los más exquisitos licores, junto a la música del conocido DJ Armando pasaban una velada preciosa. Terminada la cena se dio comienzo al baile, inaugurado por el nuevo y reciente matrimonio con el “vals de los novios” para luego sumarse los padrinos y posteriormente los cambios de parejas. Casi al finalizar, y en paralelo a sus consuegros, Josefina vio a José Manuel con su madre bailando. Ambos reían y se divertían hasta que José Manuel cambió de pareja y casi de un soplo dejó a Raimundo con su suegra y él con Josefina.

Aprovechó de decirle lo preciosa que se veía con su traje lila y su pelo enrizado tomado sobre la nuca. Siguieron bailando como si el tiempo se hubiese detenido hasta que Raimundo, de malos modales la invitó nuevamente a sentarse en la mesa.

- Te das cuenta que estas haciendo nuevamente un papelón- dijo mientras prendía un habano “Cohíba” de sabor fuerte.
- Hoy no por favor. Sin que te molestes……..yo creo que no es apropiado fumar un puro en esta situación, a no toda la gente le gusta, y si no te importa me parece un arribismo.
- Tu y tus complejos
- Sabes? Hoy no engancharé en tus palabras, Aplicaré a “palabras infecciosas, oídos penicilínicos” y parándose de la mesa, con una sonrisa que disimulaba sus constantes problemas comenzó a saludar de mesa en mesa, sin darse cuenta que Raimundo la seguía, hasta escuchar con su vozarrón decirle “al mundo” la maravilla de mujer que tenía, lo feliz y orgulloso que se sentía y la contento que se encontraba con la presencia de “ellos”. Algo le dijo Josefina al oído y se fue a la mesa donde se encontraba su madre, con don José Manuel, Sarita y algunos compañeros de la oficina. Ahí se sentó un rato a tomar un jugo, agradecer la presencia y conversar mientras miraba la pista de baile donde los novios se hacían turumba bailando rodeados de sus amigos.

- Me he reído mucho con José Manuel –dijo su madre.
- Si, así los he visto, respondió Josefina.
- Es que es encantadora, y excelente bailarina, bueno “de tal palo tal astilla” -dijo José Manuel cerrándole un ojo.
- Los han atendido bien?
- Más que perfecto- repuso Sarita, quién no alcanzó de terminar la frase cuando de la mano seguía Josefina a José Manuel a la pista de baile.
- Raimundo si ve a Josefina, se va ha morir.- dijo su madre.
- Pepita está como nunca dijo Elizabeth, quién había asistido con su nueva pareja, un ingeniero doce años menor que ella.
- Es que esto es un sueño para Josefina dijo su mamá, quién no despegaba la mirada de la pista.
- Que lindo vestido el de Graciela, y tan coqueta que es. Está pololeando? Preguntó una mujer que supuso que era compañera de trabajo.
- No, sale, como dicen los jóvenes ahora. Te has fijado que hay como cuatro etapas hoy en día, y yo solo entiendo las dos primeras, salir y pololear, porque las otras dos “andan” o “están juntos” es lo mismo pero sin poner compromiso, parece ser.

Josefina esperó el amanecer a que la fiesta terminara; recién entonces los novios partían de luna de miel, mientras ella y la familia de Macarena, aguardaban a que la banquetera terminara de armarles las diversas cajas de la comida sobrante.
Cuando vio todo lo que era, se armó de valor e invitó a don José Manuel a almorzar para el día siguiente:

- Don José Manuel: si no está cansado, si no tiene otro panorama…
- A ver chiquilla a que me quieres invitar?
- Lo que pasa que me llevó tal cantidad de comida, como para alimentar a un regimiento, por lo que pensé que podría almorzar mañana con nosotros...
- Fantástico! Te parece a las dos
- Y también puede ser a las tres. Tómeselo con calma, si casi dormiremos una siesta y Graciela se levantará tarde.
- Entonces mañana nos vemos, despidiéndose de Raimundo a quién a esa altura de la madrugada, el alcohol y lo que había escuchado, no le caía muy bien a su genio.
- Graciela vamos ya, y ayúdanos con las flores, mamá tú también por favor.
- Me vas a decir que invitaste a este viejo huevón para mañana?- Gruñó Raimundo.

Josefina se hizo la que no escuchaba y comenzó a meter dentro del auto las flores de calas, y canastos con arreglos silvestres en que predominaban los alelíes de surtidos colores.

Dos y media de la tarde y aparece don José Manuel.

-Suegra corra a recibirlo y llame a Graciela también - dijo Raimundo - aquí todas hoy estarán felices, inclusive Florencia- Y murmurando dejó escuchar “que huevada!"

-Hola Raimundo? Como has amanecido?
- No tan bien como tú!

Mientras Josefina salía a saludarlo con las mujeres de la casa, Raimundo se fue caminando hacia su dormitorio refunfuñando “hay olor a mierda” en un claro comienzo de guerra sin tregua. Josefina al escucharlo trato de hablar más fuerte pero su impotencia, su vergüenza don José Manuel la notó.

- Vengo solo por un rato, el avión parte a la noche y aún no he hecho ni la maleta.
- A que hora parte- preguntó Graciela dándole un beso.
- A las nueve cuarenta y cinco.
- Fíjate Gracielita que José Manuel va a España, Francia, Croacia y Turquía agregó la abuela, la que se encontraba sentada muy a gusto al lado de su amigo.
- Por cuanto va
- Por tres semanas.
- Que bacán

Florencia traía un y más bandejas con los restos de la noche anterior.

Josefina se paró a la cocina y descubrió que Raimundo estaba encerrado en su habitación. Se prometió que no le importaría, y que total  José Manuel estaría tan poco rato que no se pondría nerviosa.
Así fue;  José Manuel se quedó hasta cerca de las cinco y media de la tarde, y Raimundo salio de la habitación cuando él se había retirado. Salio sabiendo que había puesto en un duro papel a Josefina por lo que recurrió a la clásica estrategia de buscar “socios” en casa.

Partió con Florencia a quién instó que se acostará a descansar, buscó a la suegra, pero esta también se había retirado con  José Manuel, siguió con Graciela, quién se encontraba hablando por teléfono con sus amigas acerca del matrimonio de su hermano, y terminó con Josefina contándole que al parecer “algo le había caído mal la noche anterior, porque todo el almuerzo había estado en el baño”.

Josefina sollozando le suplicaba que se separaran.

- Antes que te imagines estaré afuera, replicó Raimundo
- No, no me sirve, lo quiero ahora ya. No soporto más la situación. Tus roterias me destrozan.
- Que no entiendes mujer que estoy enfermo del estómago?

Pasaron los días y la casa estaba triste; la ausencia y el equilibrio que ponía Joaquín se hacían notar. Josefina casi enfocada a los seguros y a la administración de los departamentos, a raíz de los días de ausencia por el matrimonio de su hijo Extrañaba los cafecitos con don José Manuel o mejor dicho lo extrañaba a él.

El viernes mientras conversaba con una compañera de oficina, el mail tocó la campanita que anunciaba la llegada de alguno, no lo tomó en cuenta y continuó con el copucheo junto al grupo de la oficina que bajaban a almorzar en una local de comida rápida.

Ahí Elizabeth que era más suspicaz fue derecho a la pregunta:

- Pepa: Quien era el hombre sentado al lado de tu madre en el matrimonio de Joaquín?
- Don José Manuel! El de la revista
- A ti te gusta, cada vez que te miré tenías los ojos puestos en él.
- Como se te ocurre si estoy casada?
- Cansada querrás decir

Las demás escuchaban silenciosamente y con cara “Pepa nos dimos cuenta”

- Bueno, es una gran persona
- Hay huevona, nada de es una gran persona; mira te lo agarras, lo enamoras, y te vas de viaje, si nadie te pide que te cases, solo un poquito de condimento a la vida.

- Se imaginan la cara de mis hijos?
- De Graciela no se, a pesar que se veía cómoda con él, pero de Joaquín, te lo firmo que feliz.

jueves, 24 de junio de 2010

IX.- EUROPA Y ........

Josefina organizaba la mañana del día lunes para tomarse la tarde y  juntarse con el conserje a fin de regularizar algunos asuntos pendientes de los departamentos que administraba; debía haberlo hecho el sábado, pero con la llamada del conserje sobre los señores Puebla, todo había quedado en nada.Hacía tres meses que no pagaban ni los gastos comunes, ni la luz, ni el agua, ni el gas, por lo que se había enterado; Eran los que arrendaban el pent-house y cada uno contaba con un vehículo de una buena marca y del año, cosa que extrañaba aún a más Josefina. Nunca los podía encontrar, siempre de viaje o “fuera de casa”.

Ese día, mientra ella iba en camino, se habían presentado las fuerzas especiales de la policía  para preguntar por Puebla; con waki-taki se comunicaban entre ellos y una vez ubicado el número del departamento, habían cercado todo el edificio. Una vez allí, se le informó  que el señor Puebla dirigía una red de lavado de dinero proveniente de narcotraficantes de origen al parecer colombianos, y como modo de operandi se comentaba que utilizaban empresas de giro hoteleros, casi sin actividad comercial. Las noticias de la tarde en televisión daban cuenta de la incautación de grandes sumas de dinero y numerosa documentación que servía de base para demostrar lo sucio  del negocio producto de sus ilícitos que lo transparentaban con depósitos en bancos, oficinas de cambios, es decir integrándolo a la economía.

Después de un par de horas fueron bajados esposados donde Josefina en el hall de entrada del edificio los vio por primera vez; ahí mismo le fue solicitada por la policía, que acudiera al día siguiente a la audiencia de formalización a fin de que pudiese entregar y responder las preguntas del fiscal. El señor Puebla no era en realidad Puebla, su mujer no era su mujer sino su amante, y el dinero con que había cancelado los dos últimos años el canon de arriendo no era limpio como parecía ser.

Con todo el cansancio y sorpresa de ese día, su celular sonó.

- Alo Josefina
- Hola don José Manuel. Como está?
- Es una llamada para invitarte a nuestro clásico café
- Puede ser después de las siete? Estoy donde Oscar que me va ha entregar unos cheques de arriendo y otros problemillas más.
- Te parece en el Mozart?.
- Claro.
- Aprovecha de llevar tu trabajo y así lo entrego a la redacción, no te olvides que sacaremos esta publicación extraordinaria por el aniversario.
- OK. Ahí nos vemos.

Oscar solo le tenía dos cheques de arriendos atrasados y deseaba continuar conversando....pero Josefina lo interrumpió para decirle que mañana a la hora de almuerzo regresaría ya que tenía una reunión. Su cabeza estaba en otra y su corazón latía como quinceañera.

No había redactado nada, por lo que volvió a casa, hurgo en su computador y encontró una experiencia de una amiga en la búsqueda de una asesora del hogar.

“UFF!!! COMO NOS SALVAMOS DE LA PATRONA MONICA

El domingo que recién pasó, la Mane y yo, buscábamos empleada para nuestras respectivas casas, de acuerdo a las necesidades de cada una y a través de los económicos de el diario El Mercurio. Una agencia que ofrecía "sureñas" nos tentó, y quedó de enviarnos al día siguiente, una a cada una de nosotras.

Hoy aparecía cerca del medio día FRESIA (el mismo nombre de la elefanta que por años vivía en zoo de Santiago, y bastante parecida también con relación a su figura), gordita, sin cuello, de piel tan coloradita que hasta brillante de cara era.

Sabía de todo, cocinaba maravilloso, le encantaba trabajar con gente de la tercera edad, con adolescentes, con sesentones y con nanas que llevaban veinte anos en una casa. Era ideal para mí.

Por primera vez, se me ocurrió preguntarle tanto que parecía casi un cuestionario de investigaciones:

- Y cuanto tiempo trabajó en la ultima casa?
- Un año señora me respondió, sonriendo y muy contenta
- Porque se retira Fresia de ahí­?
- Parece ser que habí­a problemas económicos y la señora ya no podía seguir pagándome el sueldo.
-Cuanto niños tenía?
- Tres; de 5, 7 y 13 años.
- Se ubica usted en La Reina?
- No señora- Donde vivían ellos?
- Vivian cerca de Príncipe de Gales, pero no me puedo acordar el nombre de la calle. Es que sabía llegar, pero soy tan pajarona para los nombres.

Estas respuestas me estaban pareciendo cada vez más poco consecuentes y proseguí­ con la entrevista.

- Pero Fresia, cerca de que?
- De un supermercado
.- Bueno me puede mostrar las recomendaciones?

De su bolsillo, saca un papel arrugado, pero recién escrito, con un número de celular y el nombre de Mónica, su EX-PATRONA

- Fresia prefiero el número directo de la casa.
- Señora es que como a mi nadie me llamaba no lo se; ella me dejaba su celular por si algo le pasaba a los niños..

Cada vez el cuento se me hacia más sospechoso, sobretodo si me había comentado que tenía a dos hermanas que vivían en Santiago, y que las visitaba en sus días libres. Raro que no hable NUNCA por teléfono y aparte que no se lo haya dado a nadie. Bueno….. me animo y llamo a la señora Mónica. Su voz me sonó de una persona bastante mayor y que me era difícil imaginármela con niños y menos de 5 años. Sola me dijo que Fresia era estupenda, que cocinaba fantástico, muy honrada y servicial, y que con mucha pena había tenido que despedirla por haberse SEPARADO (aparece la primera contradicción, no era por situación económica entonces).

- Cuantos niños tiene usted señora Mónica? le pregunto
- 2 niños de 2 y 4 años me responde
- Y donde vive usted?
- Yo vivo en Pocuro.

Corte sin antes agradecerle por tan buena recomendación y me apuré en sacar a esta estafadora de mi oficina casi a punta de gritos.Apurada llamé a la Mane, para advertirle que pusiera atención. Me dice que la está entrevistando, y que le parece estupenda. Le suplico que le haga preguntas del tipo de las que yo le hice para que pueda comprobarla cuando llame a pedir referencias.

Corto de hablar para que ella prosiga con su entrevista.

Pasan cerca de cinco minuto y de vuelta la Mane al teléfono., para preguntarme si habí­a que pedirle referencias a una patrona que se llamaba Mónica?

- Si- Y a este celular 0954...?
- Si,

Chutas me pasó lo mismo que a ti­. Ella me dijo que había trabajado en Huechuraba (y a la supuesta patrona le preguntó donde viví­a y me dijo que en Pocuro), también me pareció que la voz era de vieja, y para comprobar aun más, llamé a la Cristina (dueña de la agencia) para decirle que era un fraude, y estoy segura que ella era la "PATRONA MONICA"

Ambas seguimos buscando empleada puertas adentro, para todo servicio:

- Si le gustan las guaguas entonces es para la Mane
- Si le gusta la tercera edad, entonces es para mí.

Ambas:
- Pagamos lo mismo, damos los mismos días de salida.

– Ambas aun no encontramos, ambas aun nos ayudamos.

Moraleja:

- Quien tiende trampas para los inocentes, es el primero en caer en ellas.

Esopo a quién también cagaron”

                                                     ***
Josefina no encontró sobre y lo metió en una carpeta.

Cada día se le hacía más eterno el tiempo sin la presencia de don José Manuel.

Se miró su aspecto en el espejo, colocó brillo en sus labios y un poco de perfume, tomó raudamente el auto y cuando llegó al lugar de la cita, buscó donde estacionarse y con vestido negro de escote pronunciado y de largo cubriendo las rodillas, vio en la terraza a don José Manuel.

Se dio cuenta que no había bajado su carpeta, por lo que devolvió.

Don José Manuel no había pedido los “clásicos cafés”, sino dos dobles pisco sour.

- Que te pasó mujer que te devolviste? Y acercándose a saludarla de un beso aprovecho de correrle la silla.
- Cada día más volada, se me había quedado la carpeta. Y se la entrego ahora porque soy capaz de volver a llevármela.
- Que te pasó con Oscar?
- Detuvieron a los del pent-house. Se les acusa de lavado de dinero
- No?
- De hecho la policía me citó a la audiencia de formalización.
- Para cuando?
- Mañana a las once treinta. Estoy tan choqueada, y lo extraño es que no nos deben a nosotros a pesar de haber estado de viaje, lo que si no han pagado los consumos de agua, luz, gas, pero si de teléfono, y ambos con autos del año.
- Bueno mañana sabremos más.
- Pero es que estaba todo orquestado; No era el señor Puebla, no era su señora, no era nada!!!
- Pero si mal no recuerdo este hombre era dueño o socio de una casa de cambio, y de un hotel?.
- Según Oscar- que me llamó hace poco- hasta una máquina para falsificar dólares le habrían allanado en el departamento.
- Bueno esperemos las noticias. De que escribiste ahora?
- Sobre la poca seriedad de las agencias de empleos,
- Si han proliferado como callampas…Estas muy bonita hoy!
- No me haga poner colorada, no estoy de ánimo para adulaciones.
- Es verdad, esta iluminada, pero te cambiaré de tema entonces y te contaré que voy a Europa?
- Algo le escuché a Sarita.
- Mira voy a un congreso en España sobre “ Gestión -Medios para campaña nacional en revistas femeninas”, tengo la intención de ponerla a la altura del mercado europeo, quiero mostrar la mujer de ahora, más independiente y entroncada socialmente, es lo que hemos comentado en varias oportunidades. De ahí sigo a Paris, donde hay uno sobre “Periodismo, periodistas y medios de comunicación escritos para revistas, magazines y afines” y después viajo a Italia, donde dictarán conferencias con temas como,,,,,espera que busco el temario; escucha Josefina que interesante las cosas a tratar; 1. El sexismo en las revistas femeninas, 2. Del papel a Internet 3. Educación y revistas femeninas, 4 Las revistas femeninas y su revisión de conceptos…et., bueno y de ahí.... pretendo viajar a Croacia atravesar a Mikonos que tanto hablan, volver por Marruecos, Tánger, estoy haciendo gestiones para entrevistar a Claudio Bravo. Dicen que la mayoría de sus naturalezas muertas las ha pintado allá por la luz y los colores que se dan.

Manuel José hablaba y hablaba mientras Josefina viajaba imaginariamente a cada lugar que le detallaba y sacaba cuentas de cuanto tiempo tardaría.

- Alcanzará a ir al matrimonio de Joaquín?
- Por supuesto. Llegas a pensar que no te acompañaría en una situación así?

Josefina respiró tranquila, su gran amigo los acompañaría.
Durante la últimas semanas había solicitado días de permiso administrativos a fin de resolver los últimos detalles de la celebración del matrimonio. Los novios habían elegido la iglesia cerca de la casa de Macarena; la iglesia barroca “San Agustín”, blanca inmaculada, con dos torres, un altar de mármol, el púlpito de madera y una nave central de cañón corrido con techos laterales planos, y decorada con énfasis y abundancia. Una serie de pinturas en sus murallas con la vida de san Agustín bastante rococó terminaban con la ornamentación de esta.

Revisó los detalles de las flores junto a Macarena, asistieron a la ivitación de la banquetera junto a sus consuegros para la prueba final de degustación, corrió a la modista para su traje de madrina, y en las noches, escuchaba con atención la música que su hijo había seleccionado para la iglesia.

En fin, el tiempo a ratos transcurría a una velocidad vertiginosa, y en otros, le parecía que el reloj  no se movia,  y su humor se hacia desagradable, pero fue un tiempo necesario para extrañar, madurar y replantearse- sobretodo- su situación matrimonial.

La melancolía la adelgazaba día a día, por lo que todos en su casa estban pendiente de su alimentación, el desamparo, el desosiego la consumía y su amigo que la contenía, la apoyaba y on quién era capaz de mostrar cada vez con más frecuencia sus ideas y sentimientos no estaba.

El stress y la pena era tapado bajo el titular "mi hijo se casa", pero una crisis de llanto a nadie le llamó la atención, solo ayudó hacer más infierno, el infierno de su hogar, que durante tanto tiempo había intentado salvar

lunes, 21 de junio de 2010

VIII.- VUELTA A LA REALIDAD.

Josefina manejaba, y  los chiquillos dormían; solo se desperó Joaquín y Macarena cuando los pasaron a dejar a la casa de esta. Ya a la entrada del barrio Josefina despertó a Graciela.

- Estamos llegando a casa
- Se me pasó volando el viaje
- Lo dormiste todo
- Chutas, está el papá en la casa. Que le vamos ha decir?
- La verdad, no tiene nada de malo, ya lo hablamos
- Te aseguro que toda la semana no te va hablar, la casa va ha estar de un nivel de tensión inimaginable y cuando vengan mis amigos, probablemente no los salude y yo me muera de vergüenza.
- Y a Macarena cuando la vea no la va a saludar, agregó Joaquín con voz complicada
- Díselo a él
- Igual aunque se lo diga no cambia
- Es que a, las cosas ya no dan para más. Quiero separarme
- De que me estas hablando mamá? dejo Graciela
- De que ni él ni yo somos felices, lo único que hacemos es causarles más daños a ustedes; yo trato de no contestar sus agresiones y faltas de respetos, pero no doy más.
- Y la abuela que opina
- La abuela no opina; pero en sus ojos veo que lo tiene más que claro que yo.
- Con lo católica apostólica y romana que es?
- Para que veas tú.

Una vez en casa, la llegada fue fría y distante. Graciela corrió a sus brazos pero se encontró con la frase:

- Que vergüenza!- Llego y no hay nadie. Se puede saber donde andaban?
- Fuimos al campo de don José Manuel, nos invitó este fin de semana dijo Joaquín
- Bien raro; cuando yo no estoy las invita, saludando con un beso a Josefina en la mejilla
- Que te cuente Graciela lo bien que lo pasó, si hasta el nacimiento de un novillo le tocó
- La verdad que no me interesa los cuentos con José Manuel. Lo que si me importa es que lleves a Graciela donde él.
- Que de malo hay?
- No te hagas la cucha, en realidad no voy a discutir, me duele mucho la cabeza. Ah y dile a Florencia que me traiga un te puro a la cama, no voy a comer- pegando un portazo camino al dormitorio
- Te lo dije mamá.
- Graciela que quieres que haga. Que me enclaustre, que me sepulte?
- Pero tú sabías que se iba a enojar.
- Los sabiamos los tres. Y que me importa a mí, se enoja por todo. Se enoja hasta porque trabajo y si yo no trabajara me puedes decir quien…. Bueno en fin, no peliemos nosotros- yendo a la cocina a decirle a Florencia que Raymundo no comería.

Cuando Josefina se fue a acostar, Raimundo veía un programa de televisión de esos que ella odiaba, por la violencia del lenguaje y también por las imágenes; se metió a la cama y se dio vuelta hacia el ventanal, ha mirar ese pequeño jardín que había construido con esmero.

Apagó la luz de su velador y trató de pensar en lo maravilloso que había sido ese fin de semana….pero el ruido de los constantes cambios de canales de televisión con los destellos que provocaban y las diferencias de volúmenes la sacaban de su mundo interior para traerla a programas de sexo, en que el ruido, murmullo y quejidos solo hacían recordarle los años que ya llevaba en completa abstinencia y entonces por primera vez soñó con la idea de estar en cama, haciendo el amor, y abrazada a esos grueso y fuertes brazos que la acunaban. El rostro que le puso fue el de don José Manuel y entre ruidos y destellos se durmió.

Despertó a mitad de la noche empapada de sudor, asustada por el placer sexual que estaba teniendo; un orgasmo después de mucho años. Se dio cuenta que Raimundo estaba a su lado, en la otra esquina y que debía haber notado tanto sus movimientos como su respiración agitada. Se aterró de pensar que talvez lo había mencionado y que hubiese -lo que ella años atráz había descubierto- pillado. No cerró nunca más un solo ojo en el resto de la noche y no dejó de pensar ni un instante en ese sueño embriagador, lleno de afectos y pasiones que la mantuvieron despierta hasta el amanecer.

Descubrió, que Raimundo se había percatado de lo ocurrido porque no le dijo el clásico “buen día “. Tampoco ella intentó darle su clásica respuesta “buen día”.

Florencia trajo el desayuno y Raimundo entró al baño.

El día pasó rápido entre llamadas y papeleos de oficina; se juntaron varias compañeras de la oficina a beber un trago después del trabajo; Isabel, las más joven del grupo, con solo treinta años les comunicaba que se había separado, hablaron de cómo lo había tomado la familia si llevaba poco más de un año de casada; de cómo dividieron el departamento etc...

- Lo que si me cagó fue que se llevó el auto,- dijo Isabel
- Bueno es lo menos, más que mal tú lo dejaste y con los cuernos debe estar rayando el techo – agregó Elizabeth, una mujer separada ya muchos años, con muchas experiencias amorosas, de la edad de Josefina y muy divertida y lo mejor, sin ningún pudor en contarlo..
- Hay que rico vas ha entrar a nuestro grupo “Las mujeres separadas”, solo falta Lorena y Josefina y hacemos un full de poker. – Dijo Magdalena.
- No es tan malo Isabel- hablaba Elizabeth- si lo sabes llevar bien en un comienzo. Debes primero que nada buscarte un pololo joven, agradable, simpático de preferencia masajista para que no extrañes “la maldad”.
- Para mis padres esto ha sido un nuevo fracaso, agregó Isabel; somos tres hermanas y las tres separadas antes de los siete años de matrimonio.
- Ahora te debes preocupar más de los traguitos y ·after hour", que de planchar camisas.Agregó Magdalena.

Josefina miró el reloj y dejó cinco mil pesos sobre la mesa:

- Me voy chiquillas, es tarde y aún tengo que escribir
- No seas agua fiesta y quédate con nosotras, la Isabel está súper deprimida
- No, no mañana nos vemos y seguimos copuchando.

En el trayecto pensó lo diferente de cada una, pero lo común que era el lenguaje de hablar de los hombres, y todas o casi todas con quejas; claro si las mujeres llevan años definiendo su identidad tanto personal como social, mientras los hombre confundidos y sin ser capaces de hablar de estos temas se han quedado ahí, sin saber que hacer con estas nuevas mujeres.

Ese sería un buen tema a tratar! Integrar la sexualidad con la afectividad, el hombre y el macho que transita por la vida, sensación - pertenencia y autoestima, y por último la inteligencia emocional, tan en boga en estos días.

Una vez en casa, se sentó en el computador y comenzó a teclear……

“TODAS IBAS A SER REINAS…………

Una adaptación irónica del poema de Gabriela Mistral, en que inspirada por la historia de las tres hermanas separadas, los hijos terminan rezándole a cuando santo hay para que encuentren marido, para que estén sanitas, para que tengan platita, para que no los jodan y estén tranquilitas....

Pero estaba tan confundida, que por primera vez escribió otro más, para que Sarita decidiera cual enviar a impresión

domingo, 20 de junio de 2010

VII.- EL PASEO

Josefina y don José Manuel se juntaron como cada viernes en el café literario. Un lugar algo bohemio con estanterías al público, donde leer, conversar u observar la fuente de aguas danzantes de la plaza que forma un espectáculo precioso. Pero esta vez no hablaron de la revista, ni de la administración de los departamentos. José Manuel fue al grano y directamente le preguntó a Josefina si era feliz.

- Bueno la felicidad como tal, no! quien la tiene?, pero tengo mis momentos felices. Y usted?
- Hoy Josefina el que hace las preguntas soy yo
- Pero esto se va ha transformar en un soliloquio y mi vida no es tan interesante como para un monólogo.
- Pero cuando eres feliz?
- Ya le dije, tengo mis momentos. A ver… déjeme pensar. Soy feliz cuando mis hijos están contentos y los  veo volar en sus propios proyectos.
- Entonces eres feliz por los otros y no por ti.
- Es que la felicidad es un concepto tan abstracto. Hay lugares que me hacen sentir feliz, como el campo, la playa, pareciera ser que estoy en plena conciencia de la cercanía con el creador, de todo lo que me rodea y me parece sublime.
- Entonces eres feliz en y con la naturaleza. En parte, otras veces soy feliz comiendo un chocolate en que mis endorfinas me sonríen y antiguamente haciendo el amor. - Bueno como ve es complejo; son momentos, son instantes, tengo áreas de mi vida que me producen más felicidad que otras….
- Pero no has mencionado a tu marido en ningún momento.
- Pareciera ser que no me provoca felicidad, es más, el último tiempo he sentido cuando voy llegando a casa, un pensamiento veloz que se cruza por mi cabeza. Casi me es imperceptible y a veces no lo puedo retener.
- Cual?
- Hay que lata!
- Y nuevamente te pregunto. Que esperas para separarte? Llegar a vieja, amargada, y transmitirles a tus hijos una idea equivocada de lo que es un matrimonio. Eso como ejemplo y modelo a seguir? O prefieres mostrar una larga agonía, en que al final de los días probablemente igual te separes, y todos hayan perdido un tiempo precioso?
- No es tan fácil, hace años que yo lo metí a mi casa, involucré a un hijo que  lo quiere y probablemnete lo odia y ahora se lo quito. Nuevamente pierden a un padre? y por otro lado Graciela....
- Y quién te dijo que era un padre. Se los has preguntado? Que es ser un padre.
- Bueno, usted tiene experiencia de padres, por lo tanto no me haga explicárselo, porque yo no la tengo.
- Y si no la tienes, entonces como por defecto no ves el error que estas cometiendo? Tantas carencias tienes que prefieres casi “inmolarte” por lo que tú no tuviste, pero que igual te desarrollaste sana, bien, y sin él?
- No tengo energía ahora. Quizás más adelante
- Pero que tiene que pasar para que atines?
- Ay don José Manuel no me presione.
- Bueno cambiemos de tema. Mañana me voy  al campo por el fin de semana. Ayer me llamó el capataz y me dice que voy a gozar si voy ya que hay animales que van a parir, y  además otras cosas que ver. No te gustaría acompañarme?
- Podría perfectamente. Raimundo anda fuera,llega el domingo en la tarde pero….
- Lleva a tus hijos.
- Uno ya no cuenta con ellos, porque cada uno hace su vida.
- Pero llama y pregúntales. Partimos temprano, yo aviso que nos esperen con la casa abierta. Josefina: yo sería tan feliz!!!

Esa noche Josefina les planteó a sus hijos la invitación al campo. Ninguno se resistió. Solo el hecho de ver parir animales los convenció, solo les preocupó que diría Raimundo, pero Josefina le bajo el perfil y los convenció que nada malo había en ello.  Cerca de las once de la noche, sonó el teléfono. Josefina no lo contestó, A esa hora generalmente era para Joaquín o Graciela. Pero era don José Manuel para decirle que fueran con novios si querían. Su voz sonaba alborotada, casi juvenil. Habló en un comienzo con Graciela, a quien no veía hacia un par de años. Se pusieron de acuerdo para el viaje y les recordó que llevaran traje baño. No solo había piscina sino también un estero.

Quedaron de juntarse a las diez a la entrada de Curico. De ahí viajarían en caravana hasta “Buena Suerte”.

La entrada a “Buena Suerte” estaba a unos treinta minutos del centro del pueblo. Un camino de tierra hacía el mar, hasta encontrarse con un viejo muro de adobe que circundaba casi toda el área, y al final un tremendo portón colonial de fierro forjado muy decorado, en que sobre dos de sus hojas se podía leer “Buena Suerte” y bajo este, en el mismo hierro una herradura que simbolizaba el nombre.

Don José Manuel se bajó de su vehículo, abrió el picaporte y entraron por una alameda amarilla para encontrarse con la casa patronal con largos corredores cubiertos de alero, de solo un piso, techo de tejas hechas a mano, grandes vigas de maderas nobles,  y construida en adobe -lo que garantizaba guardar calor en invierno y frescura en verano-, de color rojizo y un parque con acacias y robles que contrastaban con los álamos, boldos, quillayes, lingues, encinas, espinos y nogales por un lado y rosales por el otro. Frente a la enorme casa palmeras daban la bienvenida. Y a la entrada las infaltables tinajas con cardenales rojos, y macizos de hortencias. No alcanzaron a bajarse cuando apareció un séquito de gente a ayudar y recibir a don José Manuel y sus invitados. Margarita y Paulina los llevaron a sus habitaciones con risas y jolgorio. Don José Manuel por mientras se informaba de las últimas novedades. Dejaron sus cosa y volvieron al gran hall donde figuraban aún conversando "el patrón", como lo llamaban y su capataz.

- Les mostraré la casa y después les tengo muchos panoramas. Ah! Pero no les he dado la bienvenida, quiero decirles que es un privilegio y un honor para mi tenerlos, y demás está decirles que están en su casa.
- Nosotros somos los que debemos sentirnos privilegiados y darles las gracias- afirmó Graciela que no podía contener la emoción.
- Pasemos al corredor y observen las tejas. Mi padre me contó que fueron construida por mujeres y que ocupaban sus muslos como molde. Más a lo lejos pueden observar bodegas, galpones, casas de inquilinos, iglesia y una escuela que desgraciadamente hoy no funciona, porque los hijos de los inquilinos han emigrado a la ciudad. Pero bueno. Vamos mejor a dar una vuelta por ahí. Quien es capaz de ir a caballo?
- Todos -dijo Joaquín.
- No es obligación, el que quiera puede hacer lo que le plazca,- Aurelio le dijo al capataz. No hay caballos acaso?
- Si patrón terminan de ensillarlos y los traemos.
- Les parece ir a la lechería?

Josefina no creía lo que vivía. Y casi como una muchacha le contestó
- Yo estoy inscrita en todos sus paseos.

No hubo nadie que no quisiera conocer la lechería. En su visita contó el tipo de animal que tenían para lograr un mejor rendimiento, el tipo de forraje para reducir el complemento proteico y también del problema de los residuos orgánicos –purines- que reconoció no utilizar en forma adecuada.

Graciela se alejó hacía el corral de vacas en ordeña en las afuera de la lechería y quesería y quiso revisar el proceso, como si fuera una vaquilla más. Continuó al patio de espera, la sala de ordeña donde encontró animales conectados a las mangas. Joaquín se quedó boquiabierto. Bajó a la fosa de la sala de ordeña y ayudo, entre asqueado e interesado al dipping de la post-ordeña.

- Muy bien Joaquín- gritaba Macarena aplaudiendo a su novio..
- Con eso evitas infecciones y la vaca permanece sana- agregaba José Manuel.

Les interesaba ver todas las etapas de la elaboración de queso, pero cuando entró aún no había trabajadores, por lo que su instrucción quedó a la espera de lo que don José Manuel o el capataz, le proporcionara. - Aquí la mayoría son mujeres las que trabajan, acá el queso fresco se moldea, eso dura como ocho horas, en este sector esta el lugar de maduración del queso chanco, bueno y aquí nuevamente salimos a los corrales donde las vacas son alimentadas.

Así pasaron la mañana hasta que don José Manuel preguntó: Quien tiene hambre ya?
- Yo me tomaría un pisco sour- dijo Josefina
- Bueno entonces una carrera hasta la casa propuso Joaquín
- No, agregó Macarena, me puedo caer, no soy una buena amazona.
- Deja que corran tus cuñados, nosotros vamos paseando, le respondio Macarena y observamos esta maravilla.

En el living los esperaba Margarita con un aperitivo a la “chilena”. Las murallas vestían una colección de cuadros. Desde croquis de Picasso, hasta cuadros de Valenzuela Puelma. Una mesa de mármol de la época de la colonia y una gran lámpara de cristal de bacará. En otro rincón una colección de mates de platas, y un piano de cola marca steinway que volvía la imaginación cien años atrás en tertulias y otras cosas.

El aperitivo fue a la Chilena con  empanadas de horno de barro 

El comedor era una sala muy espaciosa y de techos altos, compuesta por una mesa rectangular para doce personas con sillas reina Ana más un aparador. La iluminación una enorme lámpara colonial fabricada especialmente para el lugar. Una vez que lo comensales terminaron de observar esta maravillosa antigüedad en perfecto estado de conservación, se percataron que la entrada estaba servida, comentaron de los vinos y sus cepas hasta don José Manuel preguntar si estaban aburridos.
 No don José Manuel – dijo Graciela, este ha sido un curso rápido de enología y a parte muy entretenido.

Mienstras carraspeaba, y en un tono más formal don José Manuel se interesó en saber en que estaban estos jóvenes.

- Bueno pero cuénteme ustedes de sus proyectos. Por ejemplo Macarena tú en que estás.
- Yo terminé medicina y estoy haciendo la especialidad en el hospital San Juan
- Especialidad en que?
- Cirugía reconstructiva
- No terminarás como la mayoría en cirugía plástica, colocando botox, acido hiarulónico, y trabajando en la televisión en programas faranduleros?
- No, esa no es la idea, por eso mencioné reconstructiva.
- Y ustedes son los que se casan.
- Si, en tres meses más
- Y tu Graciela, como funciona el estudio?. Bien. Estoy en primero de arquitectura. Súper difícil la carrera, el ramo de taller corta a todos, y además es tan subjetiva; yo le he preguntado a profesores del paralelo que le parece un trabajo determinado, y me responde “muy bueno, te podría un cinco” y mi profe me pone un tres coma ocho. Por otro lado hay una sobrepoblación de arquitectos por lo que hay que sacarse la mugre para mañana destacar o al menos lograr trabajar en lo que a uno le gusta, sin transformarse en un “lleva papeles” entre el estudio de arquitectura y las municipalidades u organismos estatales. Es un tema complejo, porque para ganar plata se debe estar dentro de una inmobiliaria grande o ser uno de esos “pocos tocados por Dios” que se lleva todas las construcciones de casas, edificios corporativos y grandes proyectos. Yo por ahora no me puedo quejar me ha ido muy bien en Taller. También me gustaría especializarme en construcción de hospitales; es en un nicho que pocos arquitectos han tomado.
- Ya y donde?
- Ha no se aún
- O sea tú construyes para que Macarena trabaje.

Una vez terminado de almorzar, no se hicieron esperar los bajativos de licor de oro preparado con leche cortada y agua ardiente, a ningún de los jóvenes les gustó. No cambian su ron cola o piscola por guindado, apiado, licor de menta y manzanilla, dijo Josefina como disculpándolos

Después de almuerzo Josefina y don José Manuel, se retiraron a descansar. La de ella, una pieza con dos camas de bronce una cómoda y los veladores.

Al atardecer, los llevó a una caminata al huerto, y a las pesebreras, en la cual mantenía ocho caballos chilenos con colas y tusa abundante y gruesa, al parecer de pura sangre.

Durante el trayecto a la casona, don José Manuel le comentó a Josefina de cada uno de los hijos como si fuesen numerosas las visitas entre ellos. Pudo describir con mucha intuición sus personalidades.

- No has pensado que ya es tiempo que hables nuevamente con tus hijos?
- Si, lo que pasa es que…Lo he pasado tan bien que no tengo ganas de engancharme en ese cuento
- Las cosas cuando no resultan las debes cortar, lo demás es dañino y masoquista
- Si lo se.
- Para que le sacas el poto a la jeringa?
- Me gustaría estar tranquila y fuerte para tomar la decisión. Ya el tema es doloroso y lo único que les he mostrado es que estar en pareja es algo demasiado complicado y no se como atenuar el sufrimiento emocional, al menos de Graciela. Se que a veces es un conflicto encubierto y de alguna manera, nosotros los adultos buscamos socios; en otras palabras es una daño por donde uno lo mira. Negocio la disciplina, los afectos, las agresiones y la armonía.
- Pero debes evitar involucrar a tus hijos en el conflicto.
- Es que eso es un imposible; Raimundo no entiende que mis sentimientos hacia él son diferente a los de los niños. Les - crea falsas expectativas hablándole de “la mamá” como si yo fuera para él una diosa y hace entonces una manipulación asquerosa de la situación. Ya lloré y grite, ya me arrepentí y me enojé conmigo
- Y entonces?
- A ratos me confunde. Tan empeñado está que me separe.
- No, te equivocas, estoy empeñado que seas feliz
- Y usted es feliz?
- Como cambiamos de tema. Bueno quieres oír?
- Yo me siento pleno. Con los años he encontrado la felicidad. Tuve años de tinieblas y pesadillas, como todo ser humano. De mucha búsqueda. De no  responder a mi existencia, de apoyarme en todo lo que cambiaba, hasta que acepté el desafío a los cambios y encontrarle un sentido para poder controlar mi vida.
- Pero no se siente solo?
- Josefina; ya lo habíamos hablado. Tu error está en creer que yo tengo una existencia solitaria. Me dedico a tantas cosas y tantas me apasionan. He aprendido a tener ciertas habilidades como para asumir mis propias deficiencias y vivir en paz.
- De que deficiencias me habla?
- De mi propio desarrollo. Me rijo más por modelos internos que sociales para aguantar mis privaciones, mis frustraciones, mis debilidades, mis carencias de afectos por períodos tan largos. Complicado te debo parecer no?
- No, pero fácil tampoco..
- Y que ser humano es fácil, a parte de ti?
- No crea que yo soy tan fácil. A lo mejor parezco.
- Y a propósito. No crees que ya está bueno que dejes de decirme “don”
- Ay! No me complique. No podría
- Me haces sentir tan viejo, tan distante y lejano de ti.
- No don José Manuel, todo lo contrario; usted sabe lo mucho que lo quiero.
- Chiquillos comemos?
- Cuando usted quiera, respondieron casi al unísono.

Después de comida los llevó a mostrarles una colección de sellos y monedas que había juntado desde su niñez, en la cual les contó que había partido de puro agrandado, para que sus amigos le creyeran que sus papas habían estado de viaje. En eso estaban cuando apareció el capataz a los gritos;
- Va ha nacer un novillo, llamé al veterinario,
y todos a los gritos partieron al corral. Habían varias preñadas, pero a una ya la habían lavado y había perdido el tapón mucoso. Los hombres estaban atentos a ayudar al animal en caso de emergencia hasta con un tractor.
El capataz con voz despacio, iba relatando los acontecimientos:

- El becerro es muy grande para pasar por el canal del parto. Espero que llegue luego el veterinario; si sigue así vamos a tener que tirar al ternerito.
 - Ah! Don Valentín, justo a tiempo llegó.
- Buenas noches a todos. Estaba acostándome cuando me llamó.
- Como ve la cosa?
- Bien, tráiganme agua para lavar después a la cría.
- Los bañan? –preguntó Joaquín
- No es para limpiar las vías aéreas, los ollares. Pero miren va saliendo, ya, ya levantémoslo del suelo para estimular la respiración.

Todo esto haciéndole masaje al corazón para activar la circulación, mientras desinfectaban el cordón umbilical.A excepción de Macarena, Josefina y sus hijos miraban de reojo; Graciela comenzó a ponerse pálida y antes de que se desmayara quitándole el protagonismo a la vaca, se fueron con su madre caminando lentamente hacia la casa. Una vez allá le dieron agüita con azúcar y juntas se acostaron.

- Mamá, creí que me desmayaba
- Lo noté en tu palidez
- Me dio entre asco y nervios
- Si te bajó la presión
- Te juro que quedé muerta, más cansada que la vaca,
- Ya Graciela duérmete que yo también estoy cansada. Ha sido un día excitante.
- Si, y tú te vez feliz. Que va ha decir mi papá cuando lleguemos?
- Nada. Que tendría que decir!
- Le va ha parecer pésimo y va a quedar la cagada. Por celos
- Bueno, ese es problema de el.
- Y tuyo también, y…de nosotros porque…. Porque estamos cansados de las peleas.
- Es tarde para seguir hablando. Conversemos mañana, a la vuelta a casa.
- Y pensamos una estrategia para inventarle a mi papá
- Pero que de malo hay?
- De malo nada, pero tú lo conoces y sabes que nos espera problemas
- Mijita, a ti no, en todo caso a mi.
- Es lo mismo, me carga que se peleen.
- Graciela duerme ya.

Josefina se dio cuenta que tenía una conversación pendiente con su hija; que sus problemas ella los sentía como propios y que la angustia la estaba apoderando. Recordó como fueron  los días previos al nacimiento de Graciela, y unas lágrimas rodaron por sus mejillas.

Se había enterado que Raimundo le era infiel con una paisajista, solo dos semanas antes del nacimiento de Graciela. –  para Josefina  una simple jardinera-  y para peor aún,  una semana antes, después de enterarse de la infidelidad, Raimundo había perdido su trabajo por razones que no pudo explicar.

Lo notó nervioso y evasivo, más diferente de lo que el ya era. Lo llamó a medio día para almorzar juntos y estaba extraño; la voz sonaba con eco como metido en un baño.

- Donde estas? preguntó Josefina
- Saliendo de la Liberia La Rosa, le respondía Raimundo
- Que extraño se escucha
- Ya estas con tus paranoias?
- No son paranoias, se escucha con eco. Voy a buscarte, estoy a dos cuadras

Llegó a la librería, pero Raimundo no se encontraba. Volvió a llamarlo

- Donde está?
- Crucé a comprar cigarros al café Madrid
- Pero como no te veo

Josefina estacionó su auto y se bajó. Era una café conocido, pero el mozo le indicó que Raymundo no había pasado aún .Se fue a la casa llorando, y se le ocurrió en el trayecto desviarse un poco para pasar frente al edificio en que vivía “su amiga” que tanto le mencionaba y tanta comparación hacía. Ahí venía saliendo, caminando agitado y con su mano secándose el pelo al viento. No la vio pasar. Josefina una vez en casa se puso a revisar la agenda que el había dejado en el closet; ahí encontró el día 13 de marzo encerrado con un círculo y una flecha hacia arriba que decía “Eloísa comienzo”. Sintió que se derrumbaba. Comenzó a temblar tratando de ordenar sus ideas en esta cabeza loca de dolor, celos, desilusión y despecho. Echarlo? Como si nacería Graciela en cualquier momento.

Esperó que llegase y Raimundo trató de confundirla más apareciendo cariñoso como nunca; hablaron poco….lo suficiente para terminar como siempre con el vozarrón del “macho pillado agresor” diciéndole:
- Hazte ver. Estas loca. Te pasas películas.
- Te vi., no lo niegues
- Sabes que no tengo ganas de discutir más – tapándose los oído y gritando TIENES RAZÓN, TIENES RAZÓN, TIENES RAZÓN, con la melodía de una canción.

Así se mantuvieron silenciosos hasta el día de la cesárea programada.

Josefina pasó a buscar a Joaquín al colegio, y en la clínica estaban dos amigas esperándola para acompañarla y obviamente su madre. Una la pediatra, quién recibiría a su hija, la otra una amiga de la infancia. Cuando estaba por entrar a pabellón apareció Raimundo feliz, hablando a diestra y siniestra de la alegría que sentía de ser padre.

Josefina antes de saludarlo le dijo:
- Raimundo: quiero pedirte un favor especial. Estos cincos días que estaré en la clínica hagamos un paréntesis en nuestras vidas, y conversemos después en casa. Cualquier cosa que me pase, el estudio de don José Manuel tiene un testamento.
- Pero si eres tú la que estas enojada conmigo. Y de testamento ni hablar.

Durante la estadía de Josefina en maternidad, fue poco a verla y buscaba cualquier oportunidad para salir de ella con cualquier disculpa.

- Mira, en el supermercado de al frente te compré un sacaleches.
- Gracias, decía Josefina apesadumbrada.

En la próxima visita llegaba con un chupete, y así el tiempo que debía acompañar a su mujer y regalonear a su hija, es capaba como que si el diablo lo persiguiera.

En una de las tantas entradas y salidas, Raimundo notó algo diferente en la pieza y preguntó:
- Que lindo ramos de flores. Se puede ver la tarjeta de quién te lo envió?
- Me lo envió don José Manuel pero dirigido a mi.
- Ah! Se me olvidaba que es tu gurú y protector, le respondió molesto y fue motivo suficiente como para retirarse y trasladarse supuestamente a la casa.

La última noche en la clínica Raimundo le dejó una carta en el velador. Josefina esperó la última papa que debía darle a su guagua y abrió lentamente el sobre, en ella decía:

" Negra:

A pesar de los malos ratos que te hago pasar y mas aún en estos días, no puedo dejar de darte las gracias por haberme aguantado estos años de Matrimonio.

A pesar de que no es notorio en el día a día, te quiero mucho y no tengo palabras para agradecerte que me hayas dado la posibilidad de compartir mi vida a tu lado.

Tenemos un familia que es ejemplo, un hijo brillantes y otra que será nuestra luz, cada uno en su tipo. Mi princesa copiará de su hermano mayor lo cariñoso y afectivo, con valores claros y así estarán encaminados en la vida. Todo ello se debe únicamente a ti, que has perseverado en entregar el afecto, la protección y la guía a cada uno de nosotros.

No tengo palabras para agradecerte y lamento no poder hacerte el regalo que te mereces, pero en lo mas profundo de mi, es un PENDIENTE, que añoro el dia de poder entregarlo, es cosa de tiempo y de mejoría en mi situación económica.

Añoro los tiempos pasados, que iba a una joyería y elegía (dentro de mis posibilidades una tonteriíta), no imaginas lo mal que me siento en poder demostrarte con esas tonteriítas cuanto te quiero, y que se que te hacen feliz.

Josefina GRACIAS y quiero reiterarte que jamás he dejado de quererte y de necesitarte, me siento orgulloso y feliz de estar a tu lado, eres mi esencia y mi cable a tierra.

Te querré para siempre.

Raimundo."

Pasaron los días hasta que cuando Graciela cumplió los dos meses, le pidió que por favor se fuera de casa. Su romance continuaba y la situación era insostenible., pero no quiso recordar más, solo un veloz pensamiento al llevó a comparar la diferencia de situación vivida en los nacimientos de sus hijos. Era tan abismante, que se propuso dormir  después de calmar su rabia sin entenderse ni ella misma, pero si preocupada por el día de mañana cuando regresara a casa, y su soledad se hiciera insoportable.

Una puerta que se cerró, fue en definitiva la razón que la sacó de su viaje al pasado, y  la trajó a este fin de semana de ensueño, repasó el día vivido  y se dió cuenta que  descubría que se estaba enamorando de José Manuel, si don José Manuel, el mismo que bajo el mismo techo probablemete ya dormía.

viernes, 18 de junio de 2010

VI. SU OPINIÓN VALE!!

Don José Manuel cada día estaba más a gustó con Josefina; se reunía para informarle ella acerca de la administración de los departamentos, y él le  preguntaba la opinión sobre la línea editorial de la revista.
- Me parece que ya se ha consolidado la mujer esposa, madre, hija, la mujer cariñosa, pero también debería ser importante introducir a la mujer ejecutiva o trabajadora, la mujer más peleadora a fin de atraer a un nuevo nicho de  lectores y modernizándonos en relación a la sociedad actual.- Don José Manuel sugería.
- Si pero como ir incluyéndolas con trabajos y perfiles tan diferentes. No tiene nada que ver los problemas sociales de un grupo con otro.- Replicaba Josefina, agregando
- Y si le dieran una mayor amplitud con entrevistas a mujeres desde lo laboral, opción sexual, luchas políticas, incluso su responsabilidad social, por ejemplo?
- Pero sexual aún no incluiría.  Fue solo una idea, es fuerte mal visto y si se da, el grupo socio económico A1, por ponerle un titular no lo aceptaría o no lo reconocería. Esto está más abierto en el mundo del arte, pero para el resto…..repuso don José Manuel
- Pero ....podríamos hacer una encuesta de remuneraciones entre hombres y mujeres para un mismo cargo, yo le puedo asegurar que a pesar que salió la ley de “igualdad de sueldos” me parece - que la realidad dista mucho.. De hecho hace poco lo leí en el diario, que solo un 6% de las mujeres están igualadas.
- Claro y se podría continuar con el nivel de satisfacción de ambos. Me parece que los hombres están menos satisfechos con las metas, pero a cambio las mujeres demuestran probablemente mayor insatisfacción en lo que se refiere al plano familiar etc. Hay Josefina, contigo puedo hablar tanto pero aún no logro llegar a tu plano emocional.
- Es que no es muy distinto de lo que se debe imaginar, revolviendo una tasa de café a medio tomar Josefina trató de esquivar la pregunta
- Que sabes tú lo que yo me imagino? con voz fuerte respondió don Jose Manuel
- Bueno, supongo porque lo encuentro muy intuitivo y eso es una gran carta para descubrir al otro.
- Pero tu matrimonio como anda
- Más mal que bien, mientras continuaba con el juego de revolver el poco café que le quedaba.
- Porque?
- Don José Manuel no quiero pensar, ya le he metido bastante cabeza y no resulta, le respondió en forma enérgica y casi poniendo punto final.
- Y un psicólogo?
- Uf! Creo que me los recorrí a todos.- Respondio con voz lateada, y mirando el techo del salón de té
- Y entonces que vas hacer?
- Dejar que pase el tiempo, que Graciela crezca y veremos.
- Que error. Sabes el daño. Ese sería un buen tema. Primera etapa: alineación parental, segunda separación tardía. Josefina estoy aquí para lo que necesites, a mi me encantaría poder ayudarte, pero tres son multitud.

Josefina se tupió entera con esa frase, miró el reloj, tomo su cartera y se despidió por lo atrasada que estaba. Ella mejor que nadie sabía que la razón era otra. Se preguntó una y otra vez que habria querido decir con "tres son multitud",  hasta que llegó a su casa y se encontró con Raimundo bebiendo su acostumbrado gin y comentándole que no se olvidará que mañana tenían matrimonio.

- Te acordaste de comprar el regalo? Pregunto Raimundo
- Si la semana pasada lo compré, a propósito  Qué te parece si me pongo el vestido negro?
- Está súper trillado
- El morado entonces? mientras hurgeteaba su closet
- Está pasado de moda
- Y que me pongo entonces? alterada Josefina preguntó con las manos en las caderas
- Tienes el closet lleno, ve otra cosa…

Josefina revivió que para un matrimonio de un primo de él, se arregló con esmero, se subió al auto y Raimundo le comentó lo pésimo que se veía. El trayecto a la iglesia y después a la fiesta fue una pesadilla. Mientras buscaban la mesa que les correspondía en la fiesta, Raimundo no paró de piropear a cada mujer e incluso a algunos hombres que pasaban cerca de él. El cocktail lo hicieron caminando y saludando de mesa en mesa, casi como los mismospadrinos, hasta que llegaron a la de ellos. Con sorpresa las personas que se encontraban eran todas las asesoras del hogar, jardineros y mozo de la casa del novio. Raimundo feliz pasó hacer el "rey tuerto en el país de los ciegos".por supuesto que no dejaban de celebrarlo de sus chistes y anécdotas que les relataba. Josefina molesta, indignada y pisoteada ante tanta falta de clase y extrañada de la  ubicación, le solicitó que se fueran a la casa, pero ante la negativa de Raimundo....se disculpó astutamente con que iba al baño y salió corriendo del Club de la Unión (de la socialité capitalina) tomando el primer taxi que pasó por el lugar. En la casa, enrabiada y decepcionada se sacó cada una de las pilchas, tomó una pastilla para inducir el sueño y no supo de la llegada de su marido hasta el día siguiente.

A su vez Raimundo aprovechó de sacarse su rabia – que también sintió la noche anterior- por el abandono de su mujer, con lo que le era más natural. No hablarle a nadie de la casa, no comer en la mesa ni aceptar comida alguna hasta que al anochecer, cuando todos estaban acostados se levantaba y se hacía verdaderos manjares. Otras veces mostraba su rabia pegando portazos en el momento que alguien llegaba a casa. Pero lo más frecuente y doloroso para Josefina era el castigo sexual que por meses recibía.

Al principio ella no lo tomó en cuenta, pero con el correr de los años, estos períodos se fueron alargando tanto hasta pasar más de dos años sin hacer el amor. La autoestima se iba minando y la conversación desaparecía. Cuando ella le tocaba el tema el le respondía:

- Pero quien va ha querer acostarse contigo después del día que me distes?
- Raimundo no juegues con fuego, separa las cosas y no dejes que los problemas entren al dormitorio.
- Yo no soy como tú, que con tal de acostarte te da lo mismo todo.
- Que grosero e hiriente que eres.

Una vez que el tiempo era lo suficientemente largo y Josefina no recordaba la razón del castigo, se encontró más de una vez pidiéndole si quería "tener relaciones"; las respuestas eran variadas; “Espera que termine de ver esta película, cuando acabe el noticiero de media noche,  o no porque los niños nos pueden sentir”.

Josefina más pequeña se sentía, no sabía donde esconderse. Pensaba “Que ganas de hacer un hoyo en la cama, pasar por un túnel y aparecer en otro lugar!” – lo pensó miles de veces, hasta que después de inventar un viaje al sur de Argentina, a un lugar idílico con todas las cosas a su favor, se dio cuenta, que el problema no pasaba por ella.

Bariloche maravilloso, el hotel Llao Llao, con canchas de golf, spa, la pieza con vista al lago Nahuel Huapi, con una gastronomía del más alto nivel y toda clase de actividades, fue el lugar escogido.
Durante el día, visitaban la fábrica de chocolate y sus compras, visitaban un centros de skies, el museo paleontológico, o los miradores a la ciudad,  tours, cabalgatas y excursiones, no fueron suficientes para lograr una noche de amor.

Las tres primera noches, Raimundo rehusó, por lo que Josefina abrumada ante su fallido intento, se decidió cambió de pieza, cuando su marido permanecia en el bar, bebiendo un trago. Una vez que Raimundo descubrió que  esa noche su mujer no dormiría junto a él,  bajó al lobby y fue tanto lo que la buscó sin encontrarla, hasta que el recepcionisyta del hotel le informó que había contratado una nueva pieza; la 323.
Furioso fue al dormitorio contiguo a suplicarle, probablemente más por vergüenza que por amor que volviera  a su lado; pero ya era tarde como para revocar tal decisión. Josefina había tomado la resolución que nunca más se dejaría basurear de esa manera, y jamás la volvería a tocar.

La puerta del dormitorio  cerrada fue testigo del siguente diálogo:
- Josefina vuelve, no seas cabra chica
- No insistas porque no voy a volver
- Pero tu crees que alguien se puede calentar cuando le preguntan:”Quieres acostarte conmigo?”
- Probablemente no. Pero te has detenido a pensar como te he buscado y rogado durante tantos años? Se te olvida que primero pensé: bueno estoy embarazada, después bueno estoy post parto y poco atractiva, después quizás tenga más aliento y o esté hedionda, o la piel áspera y  así sucesivamente. Me cabrié de tu manejo asqueroso, el uso que haces de esto como si fuera un premio. Te aseguro que nunca más volverás a tocarme, y mañana no me exijas fidelidad, porque entre tú y yo solo hay fraternidad. Anda a tu pieza que mañana es otro día. – Agotada de gritar y sin importarle si algún huésped la había escuchado
- No me voy si no vas conmigo.

Al no ver resultados, Raimundo se percató, que por primera vez Josefina estaba fuera de si, y que lo que le decía estaba dispuesta a cumplirlo.
No supo como se voló en los recuerdo……….. Lloró de impotencia frente a sus actos…. y cansada se durmió, entre sollozos y mocos.
Volvieron a la capital, y para el mundo, no pararon de contar la maravilla que era Bariloche. Para ella, había sentado un antes y un después.

En la oficina había poca pega, por lo que conversando con sus compañeras les leyó la crónica que entregaría ese día. No pararon de reírse; una más y otras menos pero a todas les tocó un poco.

“¿QUE SE ESCONDE DETRÁS DE LA GUAPA.......

Anoche tenía el matrimonio del hijo de una amiga. Deseaba verme como actriz de cine, y entrar por la alfombra roja, que en este caso sería verde, el lugar escogido: una hacienda en las afueras de Santiago, pero con varios componentes que jugaban en contra mío. Primero: Para ser actriz debía hacer alguna inversión (zapatos, cartera, alhajas, vestido, peluquería, maquillaje,  etc.) No hice ninguna o casi ninguna de las anteriores.

Que maravillosos mis zapatos negros de gamuza que compré en Buenos Aires, cuando mi hermana iba a ser madrina de matrimonio de su hijo, y por desgracia le quedaron angosto de tobillos, FUERON LOS QUE USÉ.; solo debí de preocuparme de sacudirle el POLVO para que se vieran más nuevos. (De esta palabra hablaremos en otra oportunidad, ahora la usaremos literalmente como: pequeños bichos o “ácaros”)

Continuando con mi atuendo, descubrí una cartera negra, como de nudillos que fue de mi madre, y a la cual le faltaba la cadena para colgar, pero recordando como usaba los sobres Lady Di, pude llevarla dignamente, a pesar que adentro llevaba los años; anteojos de presbicia, paracetamol, pañuelitos desechables, ventide para el asma, carné de chofer por si mi marido se siente mal y no es capaz de manejar de vuelta por una copitas demás, y dinero por si me peleo con mi hombre y decido volverme en taxi, cosa que en más de una oportunidad ha ocurrido.

Las alhajas era lo más fácil, eran las que me quedaron después del robo y no había nada más que hacer, por lo que eso no fue un tema.

Pero a cambio el vestido si lo fue. El vestido no solo nos viste, sino además nos modela, muestra nuestra figura que deseamos exponer, aquella que queremos lucir como si el tiempo no ha pasado, y más aún cuando a casi tres meses de haber dejado de fumar, has aumentado tu peso en un 10%. Deseas que te forme, que guarde tus secretos de carnes (porque los huesos van para un lado y la carne para el otro; es decir flameas cual bandera); quieres ser vista como deportista y gimnasta, a pesar que ambas palabras no están en tu vocabulario, pero la figura, es la figura, y haciendo una exposición en el living como si fuese una pequeña boutique, elegí junto a la polola de mi hijo, previa prueba de casi todo, lo más TOP que yo tenia, y lo que me haría ver más “mina”, mi dulce vestido rojo con tul negro, que por ser strech, hace ver tu figura jovial.

Baño y peluquería son primordiales en situaciones como esta: Explicaré los pasos que seguí y que tan buen resultados me dieron. Llené la tina con agua, y le introduje sales de baños (regalo de mi hijo para mi cumpleaños) a temperatura de 37°. A mano tenía la máquina de afeitar de mi energúmeno a fin de eliminar todo aquel rastro de pelo, vello, lana en axilas y piernas al menos. (Lo demás no era necesario, no se iba a mostrar y menos ocupar). Vacié la tina una vez realizada la operación, para no correr el riesgo, que estos primitivos, queden dando vuelta por algún sector del cuerpo (espalda, por ejemplo) difícil de visualizar. Di la ducha y terminé con lavado de pelo, acondicionador y masaje capilar. Por mientras pude hacerme un aseo profundo a mi cara, con algún producto que elimine todo vestigio de puntos negros y barritos. En otras palabras un “piiling”. Terminada esta operación, desenrede el cabello y enjuague profundamente. Trate de no perder ni un pelo de más. Esa es zona de mantener todo lo que hay (vieja y calva es una desgracia). Me  sequé como acariciando mi cuerpo con una toalla de 20 años atrás, (áspera y delgada) y escuche románticamente los grito y buenos deseos de mi marido, que me exige que salga del baño, ya que no van a llegar a ningún lugar.

El energúmeno comenzó a funcionar!!!!!!

Con tanto buenos deseos, salgo corriendo, me pongo todo lo anteriormente descrito, sin antes llevarme de mi baño, secador de pelo, cremas varias (cuerpo- cara- bronceadora instantánea, borra arruga, iluminadores etc.) y corro a otro baño, que desconozco y no lo siento mío para terminar, para llegar a la etapa del PROCESO DE ACABADO o de TERMINACIÓN como animan en las constructoras los retoques finales, previos a la entrega de un departamento.

El peinado es muy fácil, porque cuento con una cabellera larga, de un tipo de pelo fino y poco pigmentado, bastante natural y demasiado sedoso, pero poco brillante, sin cuerpo, reseco en las puntas, propenso a partirse, por lo que me pareció que lo más apropiado era tomarme el pelo y afirmarlo con dos palillos chinos en los tonos del vestido.

En fin toda la operación tomó casi el día entero.

Yo me sentía guapísima.!!!!

Llegamos al matrimonio y los piropos fueron bastantes, incluso uno más allá de lo narrable. Pero detrás de toda aquella preparación se escondieron varias cosas, que solamente yo sabía:

- EL COLON  que se hinchó por las peleas por el baño y para rematarla  el trayecto; típica pregunta del marido: por donde me voy?  y el que uno dice es justamente lo contrario al que él quiere escuchar.
 Y por otra parte los nervios de...... LO QUE ESCONDI DEBAJO DE MI VESTIDO ROJO..... mis estrías y celulitis, mis rollos, mis lunares de exceso de sol, mis pechugas lacias, pero igual............................
me sentí MISS CHILE”