domingo, 4 de julio de 2010

XIII.- LA FATAL CLASE MEDIA.

Josefina después del funeral entró en una estado profundo de tristeza. La relación con su madre había sido tan cercana, lo pasaban tan fenomenal y lo mejor, se entendían a la perfección y aunque los últimos días era previsible su muerte y el pavor que le causaba esa pérdida de “pertenencia”, la falta de su rezago acogedor, la sociedad en la “batalla de la vida”, dejaban en su garganta un espasmo difícil de tragar. Lo que si la tranquilizaba era el hecho de que hubiese fallecido en su casa, junto a los suyos.

La vida siguió su curso, porque el mundo no paró frente a su pena; cada uno a lo suyo y Josefina entre sus rutinas del baño, el que me pongo, la pelea del café y el cigarro con Florencia, la oficina de seguros y la administración del edificio, la hacían correr lo suficiente como para llegar agotada a comer y en la cama conversar con Graciela de los grandes detalles del día.

Los cafés y medias lunas con don José Manuel se hicieron más frecuentes, como las idas al cine o al campo. Josefina sentía que cada día que pasaba más lo quería y e veces él más la confundía, con refranes y frases como” Olvidar a alguien es duplicar los buenos momentos con ella”.

Una noche de sábado, sola con su perro, deprimida y con un pisco sour, se sentó frente al computador tratando de pensar que escribir. No pensó mucho, se dejó llevar y brotó casi del alma.

“La triste y fatal clase media, el malabarista de los platillos bailando:

No es una comedia, ni un espectáculo circense, es la triste y cruda realidad de nosotros, la FATAL CLASE MEDIA.

Por experiencia propia pareciera ser, que a pesar que casi todos dicen que forman parte de ella, es bastante más terrible pertenecer a esta cuando se ha tenido preparación e instrucción académica de nivel superior, y por diversas razones de vida, no generamos recursos económicos suficientes, para pagar a nuestros hijos, educación, salud, vivienda, alimentación, diversión, gustos y estilo de vida de acorde o similar a aquellos que vivimos en nuestra niñez, adolescencia y juventud. Es decir vivir el estándar de vida tanto a nivel económico, social, cultural y educacional en el cual nacimos, - que a diferencia del pobre, que nada tiene que perder porque desgraciadamente nada tiene, y no ve la posibilidad de salir de su pobreza, y el rico que siente que tiene su futuro asegurado, nada tiene que temer-, nosotros la fatal clase media creemos y nos movemos en relación al esfuerzo y al trabajo, y estamos constantemente luchando por permanecer en este inestable status.

Mi clase media, hoy es el jamón del sándwich; debe sostener a los más ricos y levantar a los más pobres. En esta pasada, en que yo observo absolutamente todo, y me hago más pobre, porque claro, me cuesta pagar el colegio particular de mi hijo del cual soy ex alumno y que representa un porcentaje importante de mis ingresos, y aspiro a que reciba la misma o mejor educación que yo; pero por otra parte, como conozco muy bien lo que es la educación pública; sus falencias, porque aparte de lo gratuita, todo lo que instruye no ayuda y no da los elementos para que mañana puedan mantener la misma calidad de vida, que con esfuerzo estoy tratando de lograr, sino que corro el riesgo tremendo que bajen aún más de clase social, y ya no solo sería la económica, también podría agregarse la educacional y esa es la única herencia e inversión para el futuro de mis hijos.

Para mí, educación me significa tener los siguientes platillos bailando:

- Colegio
- Seguro de accidente
- Cuota de centro de padres
- Cuota de curso
- Ayuda solidaria
- Psicopedagoga
- Concerta
- Regalo de cumpleaños compañeros
- Almuerzo
- Locomoción
- Útiles y/o reposición de estos
- Ropa

Solo doce platos sobre doce palos en constante movimiento, ni uno puede detenerse, porque de inmediato por recoger al caído el efecto dominó se hacer ver.

Y por otro lado, no soy tan pobre como para recibir ayuda social, beca o subsidio. Tengo un muy buen sueldo, y el lugar debo dejárselo a un pobre, pero para el pobre, el ítem educación es uno solo, y todo o casi todo es subsidiario por el estado.

Vamos a otro ejemplo; salud.

Como mi sueldo es bueno, (porque nuevamente me van a tomar el cien por ciento de lo que gano, sin descontar el tema de educación anteriormente descrito), es que no soy pobre, y por lo tanto debo pagar:

- Isapre
- Farmacia
- Seguro complementario y/o catastrófico
- Dentista
- Ortodoncista
- Unida coronaria
- Y ojala que no este pagando en cuotas alguna diferencia por una simple operación desde, la extirpación de un inofensivo lunar hasta una inesperada apendicitis. Para el pobre, el ítem salud es uno solo o la posta o la funeraria. Ambas casi costo cero.

Yo aún tengo expectativas de ser uno de los individuos que esté dentro de la media, en relación a la edad de muerte, por lo que pago todo a fin de llegar a mi anhelada tercera edad, y no me alcanza para ahorrar, y dejarles a mis hijos al menos, el funeral organizado y documentado, cosa que cuando esto ocurra, ello pagarán en cómodas cuotas mensuales, igual como le he hecho yo, y otro gasto fijo acumularan. ¿A que ítem pertenece este gasto? No es salud, no es educación, no es alimentación, no es vestuario, tampoco es el patio 29, es un gasto más para la fatal clase media.
Siete platillo más!!!!. Sin contar el funeral. Y yo…., sigo corriendo. No olviden, vamos en diez y nueve.

Alimentación:Esto es más grave; se comer, cocinar, degustar, tomar, servir, atender como la alta clase económica, pero dispongo de recursos tan limitados, que la imaginación se hace necesaria para inventar, crear, copiar, idear, reproducir aquello platos que por foto veo en revistas, televisión, Internet, en publicidad de los “delivery”, en las calle, en todas partes, incluso en el Líder cuando voy semanalmente con el carro cada vez más lleno de azúcar marca Líder, arroz envasado por Líder, aceite de marca desconocida casi a granel importado por Líder, leche Líder que generalmente los niños no se acostumbran, cereales Líder, un equivalente a mi adorado “nescafé”, de etiqueta similar pero con Líder entre medio, fideos Líder, detergentes Líder, (incluso estoy agregando ropa Líder, buenos calzones o bombachas como le llaman en el Líder, y corpiños de colores caribeños fosforescentes, ideal para pobres, súper alegres y llamativos. (¡Excitantes y calenturientos para las frías noches de invierno !)

Continuemos con la lista, vino en caja, y todo lo alternativo que alguna vez mi refinado paladar disfruto y no se imaginó nunca, que algún día el comer, pasaría a ser un lujo para la fatal clase media. Todo esto se ve amenizado cuando al llegar a la caja te preguntan si tienes tarjeta Líder, porque entonces tienes un veinte por ciento adicional de descuento- aparte de la oferta-. Obvio que no la tengo, compro y me alimento casi como pobre y pago como la fatal clase media.

Me es difícil calcular cuantos platillos debo tener bailando pero estoy conciente que mis hijos deben alimentarse diariamente de hidratos de carbono, verduras, frutas, carnes, lácteos, grasas y azucares. Estoy segura que año que pasa, aumento la base de la pirámide, es decir cereal y tubérculos, que al menos nos dan la energía, pero de vitamina, minerales y proteínas vamos en bajada. Para efecto de egocentrismo diré que al menos hay siete platos listos, esperándome para agregarlos a los diecinueve anteriores. Uf!!! Continuamos, sin cansarnos, es temprano, y aun podemos más.

Continuamos con vivienda…..

No quieres irte a vivir a comunas donde son poblaciones emergentes.

Ahí no viven los amigos y compañeros de tus hijos.

Tampoco viven tus amigos, los que van quedando. No eres de los que se inscriben en el Serviu y prefieres sacrificar espacio y vives en lo que para la fatal clase media llamamos condominio, y nuevamente, el dividendo del crédito hipotecario o el arriendo, es calculado sobre el buen sueldo que ganas, sin descontar los doce platillos de educación, los seis platillos de salud y los siete de alimentación.

Los economistas le dan a este ítem un valor del veinticinco por ciento del buen sueldo.
¿Hablamos entonces de veinticinco platillos bailando en veinticinco palos diferentes? Ya, vamos bien son solo cincuenta y un plato. No es tanto, es menos que mi edad. ¡No te olvides nunca que eres malabarista!.

Pero toda vivienda implica:

- platillo de luz bailando
- platillo de agua bailando
- platillo de gas bailando
- platillo de gastos comunes bailando
- platazo de contribuciones bailando
- platillo de TV cable e Internet
- El plato de la nana, ya que sin ella no puedes trabajar y ahí dejas de ser la fatal clase media para pasar a ser pobre.
- El platillo de la INP
- El platillo de la AFP
- El fondo de la cesantía
- tu pequeño jardín
- tu perro

Solamente doce platillos más, vamos en sesenta y tres.

Aquí si que no existe ni un bono solidario. Conoces de marca, pero no puedes ni mirarla, eso si que es prohibido, tu condición de fatal clase media no te lo permite, no lo sueñes, ni lo mires.

Vestuario:

Aquí si que no existe ni un bono solidario. Conoces de marca, pero no puedes ni mirarla, eso si que es prohibido, tu condición de fatal clase media no te lo permite, no lo sueñes, ni lo mires.

Movilización, transporte, combustible:

No se cuantos platillos son; los lunes me suben la bencina entre un doce y un diecisiete por ciento a los diez días me dicen que lo rebajan en cero coma tres peso por dólar, para enterarme al domingo que el lunes nuevamente suben los combustibles. No creo quedar chica si digo que son unos diez platos. Estos son bastante dolorosos para mi fatal clase media.

¡¡¡Y vamos en setenta y tres!!!. Vamos, que podemos!.

No voy a hablar de fomentar el deporte y la cultura, sería hacer el loco.

No puedo pagar por ejemplo, un club donde mi hijo juegue football o tenis o haga gimnasia porque eso es considerado “extra”, solo para “ricos”, “pretencioso” y tengo un sueldo muy bueno como para tener en forma gratuita multicanchas en mi barrio. Por otro lado, en tres cuotas compre los útiles de mis hijos, menos puedo comprar libros, novelas, revistas, o ver ballet, opera, teatro, cine, exposiciones incluso museos. Todo es pagado. Nada subsidiado.

No hablar de pos-grados, cursos, ni talleres. Cada día encuentro un poquito de cultura en algún semáforo del gran Santiago, cada día me conformo con lo poco que voy manteniendo; ver televisión, los grandes “realitys” , las noche de “Morandé” y los programas de “Araneda,” cada día defiendo más mi fatal clase media.

Me quiero poner nerviosa al mencionar por ejemplo:

- ¿Prefieres asumir la posibilidad de un choque, o un incendio, o una muerte versus la tranquilidad de tener un “seguro” ( Si dijo si a todo, sume tres platillos, si dijo no es un irresponsable. Es como jugar a la ruleta rusa)

- ¿Qué prefieres leer el diario del metro aunque vomites con el movimiento o inscribirte en El Mercurio? (Aquí si los problemas de la fatal clase media son serios, por un lado debes estar informado para hablar con tu jefe), pero por el otro no puedes tener ningún platillo más bailando, en caso contrario debería pedir hora a un psiquiatra, cosa que la pobre y fatal clase media no puede contratar.

Extras:

- Si mi casa se llueve no me llevan a un gimnasio, no me regalan fonolita, ni los militares me toman al “apa”, para sacarme de la casa o cruzarme a la vereda del frente . La fatal clase media se rasca con sus propias uñas. Incluso en caso de terremoto.

- Tu hijo cumple quince años (cuatro platillos)
- Estas de aniversario de matrimonio (dos platillos)
- Invitaste a comer a tu jefe (seis platillos)

Entre todos los platillos que tienes bailando, de pronto, casi por una cuestión de sobre vivencia, recuerdas los días de infancia, parece que fue ayer, y ves que algunos que fueron nuestros compañeros de colegio, y hoy por herencias, por capacidad o por esa cuota de oportunidad y suerte nos encontramos en pisos tan diferentes, en las veredas del frente y somos tan NADA y tan TODO, que no podemos mantener nuestra amistad porque la brecha que nos separa es tan grande, que no hay capacidad analítica para diferenciar, entre lo que somos y lo que tenemos. El más rico, gana 220 veces más que el más pobre, y probablemente 210 veces más que yo.

Difícil parece ser mirar para abajo, sin juzgar que las necesidades del otro, de ese que se crió contigo siguen siendo idéntica a la tuya, porque ambos vivieron la misma historia, y cuando aprendieron a leer, fue juntos y a veces yo le gané y aprendí más rápido que él, entonces la vida me sonreía. Entonces yo no pertenecía a la fatal clase media.

Apurada y agotada volví a la realidad.

Moví todos los platillos, los que casi se caían y los que bailaban como trompos.

Abrí los ojos y me encontré en el colegio de mi hijo, estaba mi amigo y padre del compañero y amigo de mi hijo, quién también tiene déficit atencional, y a ambos los ve el mismo neurólogo, y a ambos les dan concerta, pero aquí parten dos diferencias básicas:

- El mío debe superarlo para ser feliz y mañana ser un profesional y aspirar a ....(comenzar a leer todo nuevamente, la historia se repite probablemente)
- El de el debe superarlo solamente.
- El mío debería ser cambiado de colegio (a juicio de mi ex amigo, el colegio no es para él, debe estar con uno con menos exigencia)
- El de él debe permanecer en el colegio para tener más amigo, ampliar su círculo social, cosa que cuando mañana lo encuentren idiota, al menos puedan agregar, “pero con plata”, y eso te da la condición de ser un Gilbert Becau, con pulmones vírgenes y no de la fatal clase media.

Cada mañana cuando me levanto, cojo todos los palillos y platos que necesito para vivir Algunos son los que les conté. Otros son los platos de:

- La pena
- Del cansancio,
- Del fracaso
- El plato de mi mamá
- El plato del marido

También muchos platos son de:

- Alegría y realización.

Y así, cuando llega la noche y agotada recojo cada platillo y cada palo, y los dejo al lado de mi cama tratando de descansar, generalmente, pienso como puedo mantener más eficazmente los platillos bailando, como puedo ahorrar un poco más de energía, como los puedo cuidar mejor para que no se me quiebren y a pesar de todo, de todo lo que me desvelo mañana, hoy....., se repite el mismo día de ayer.

¿Sumaron cuantos platillos debo tener ininterrumpidamente bailando por al menos diez y ocho horas diarias?

Y pretenden que no sea maníaco depresiva………,
Que no esté en Dicom…….,
Que me ubique en mi realidad……,
Que no deba, ni tenga, ni me sobregire, ni pida, ni piense, ni sienta, ni imagine.
¿PORQUE NO SE VAN UN RATITO A LA CONCHA SU MADRE ?????”

A los pocos minutos de entregarlo recibe una llamada de don José Manuel:

- Te invito
- Cuando
- Hoy
- No puedo, Graciela viene con amigos a estudiar
- Mañana entonces
- Ya, voy ha estar sola, Graciela almuerza con Raimundo
- Y nosotros juntos?
- Ok.
- Te paso a buscar tipo doce
- Lo espero

Josefina estaba feliz; apenas llegó Graciela de la universidad le contó de la invitación. Hasta Florencia, con su octavo sentido se lo comentó.

Buscó cera y se depiló, se arreglo las manos a la francesa, busco canas por si ya habían aparecido, eligió ropa, se acostó con una máscara de pepinos para refrescar, hidratar e iluminar su piel. Se levantó y eligió ropa, toda le parecía vieja, se probó una y otra, se mostró, pidió opinión se dio una y otra vuelta, hasta que al fin para la alegría de Graciela y Florencia se acostó.

Soñó e imaginó que después de almuerzo dormirían una siesta; no pudo dejar de pensar como sería hacer el amor. No pudo dejar de pensar si estaría quizás “el amigo”. La rabia y el desconsuelo entonces se apoderaban de ella. Prefirió no pensar y descansar; no podía dormir. Encendió y apagó el televisor una y mil veces, al final se durmió.

Silbando amaneció; el baño de tina caliente la esperaba después de su escueto desayuno. Se enrulo su pelo, se pintó suavemente hasta que Florencia le avisó que don José Manuel la esperaba.

- Que linda que estás
- Me arregle para usted.
- Te ves muy bien
- Bueno para que no pase vergüenza
- Sería el último sentimiento de mi vida que podría tener. Y donde te gustaría ir?
- Usted me invitó, usted sabrá
- Hum……….

Partieron en dirección a la casa de don Manuel José, pero continuaron más allá. Se bajaron en el parque de “Las esculturas” a orillas del Mapocho, Josefina figuraba tomada de su brazo con una naturalidad increíble, caminando y recorriendo.

- Tu sabes que este parque nació a raíz de la crecida del río en el año noventa y dos y esta es la primera obra que se instaló: La “Pacha Mama” de la Marta Colvin, que no es otra cosa que un tributo a la madre-tierra, - mientras grupos de personas a su alrededor, caminaban, hacían yoga o andaban en bicicleta.

- Me gusta, a pesar que nunca vengo, y es poco lo que entiendo de las esculturas modernas.
- No hay que entender, solo apreciar la estética, es……..una sensibilidad perceptiva, ya no necesariamente es la representación de la realidad y fíjate que es la única expresión del arte en que puedes usar el tacto; Mira Josefina “Sol y Luna” en granito negro. Observa lo minimalista que es……..
- Caminar con usted, es ver la vida de otra forma; es sentirse viva
- Nos sentamos un momento? Cuéntame ahora de ti, como estas con todo lo que ha pasado?
- Más tranquila. A Raimundo no lo vi más, poco ha visto a Graciela y lo poco que la ha visto, bien no le ha hablado de mi. Su postura es de víctima y por supuesto que si antes aportaba poco y nada para la casa, ahora es nada. En todo caso prefiero eso antes que vivir con él. Siento que la agobia; porque la he escuchado decir: si papá, pero papá y termina mal humorada. Lo de mi mamá, aún no estoy capacitada para hablar. Me duele el alma, pero ya sé que “el tiempo todo lo cura”, así me decían cuando enviudé.
- Y las deudas?
- A no que lata hablar de ese tema es muy personal.
- Como personal? Y yo soy nadie’
- Eres lo más importante que tengo después de mis hijos, pero eso no significa que deba tocar el tema. Las deudas ya se pagarán.
- Ayer leí “La triste y fatal clase media” fue una catarsis!!!
- Así lo vio?
- Obvio, además no puedes reflejar mejor el rol de la mujer de estos tiempos. Acuérdate lo que te digo, va ha ver un antes y un después en la revista. Está genial. Nunca me había puesto a pensar, la cantidad de roles, oficios y profesiones que una mujer vive a diario y lo poco reconocida que son sus labores. Y mientras leía pensé que era un bendito, un privilegiado de ser hombre.
- Pero: lo está viendo muy negativamente, porque también está el lado mío de la satisfacción de los hijos, el de la realización.
- Si, es que me interrumpiste. Has tenido una vida dulce y gras. Yo en cambio…..
- Usted se enamoró mal, ese es su problema; porque de mi perspectiva tiene todo para ser feliz pero..optó equivocadamente.
- Como?
- Si pues, con el amigo que tiene…
- De que amigo me hablas
- De su novio, con el que viajo
- De que hablas Josefina? Me estás tratando de maricón
- No, bueno de “gay”
- Josefina: Como me duelen tus palabras, nunca me imaginé que esa impresión yo causé en ti. Tantos años que nos conocemos y me sales con esta. Que equivocada que estás. Estas confundiendo la realidad y quién sabe que otras cosas pensarás. Mejor pareémonos, tal vez me entre aire para explicarte que me acompañó a Suiza solo a ver cosas financieras; ya tengo mis años, la vida no la tengo comprada y debía reestructurar cosas de oficina y personales.
- José Manuel: Un hombre de su edad, que no se haya casado, un departamento con la elegancia, el refinamiento y buen gusto, con que está puesto, que vive con un amigo, que solo le he conocido viejas amigas, creo que no lo ha expresado socialmente, veo su preocupación por el vestuario, pelo, incluso piel y como en nuestra sociedad es vista en forma muy negativa…..
- No sigas hablando. Que no me haya casado no significa que sea homosexual, que cuide de mi presencia tampoco, que haya nacido en un hogar donde la estética y el buen gusto reinó menos, y que haya tenido la suerte de caer parado económicamente. …
- Me puedes disculpar?
- Disculpar de que? De creer por años que soy gay?. Vamos a casa y almorcemos, esta es una conversación demasiado profunda para tenerla en este parque.
- Bueno, creo que he sentido celos?
- Celos? De quién? De que?

En la casa, se sentaron en la terraza, y José Manuel corrió su sofá para quedar frente a frente.


- Con un pisco sour podremos conversar más relajados
- Hum…..dijo Josefina pensativa y sintiendo que se había metido en camisas de once varas y sin saber como salir.
- Ni siquiera sé como llegamos a esto. Pero quiero retomarlo y que me expliques desde cuando y porque todas estas convicciones.No sé desde cuando o quizás partió cuando me dí cuenta que me había enamorado y sentí que todo el piso me temblaba. No había reciprocidad de parte suya, y los mensajes que yo percibía me confundían. El mismo echo de que viva con….no me acuerdo del nombre, con ese tal Patricio, que haya viajado con él, me hizo pensar que la última pieza del rompecabezas sola se había colocado.
- Pienso que la misma sensibilidad que tiene ante la belleza, el trabajar en una revista femenina, pero bueno, eso ya lo hablamos en el parque.
- Ay Josefina, Josefina es tanto lo que debo explicarte… y tan poco al mismo tiempo!. Pues escucha…. Hace ya tantos años y todavía lo recuerdo como hoy, nos encontrábamos en “buena suerte” de vacaciones de verano; a la playa llegaron unas jóvenes que arrendaron una cabaña para también descansar parte del verano y comenzamos una amistad. En un comienzo solo era en la playa, pero después nos veíamos en campos de vecinos, en fiestas en el pueblo, en fin…. Hasta que me di cuenta que una de ella me comenzó a gustar. Como mis padres se encontraban de viaje, y ha ellas ya se les acababa el dinero, las invité a que se quedaran en mi casa; eran tres…

- Don José Manuel, señora Josefina pueden pasar a la mesa- dijo la empleada

Ya, muchas gracias, vamos de inmediato-dijo Josefina parándose rápidamente e intentando cambiar de tema…Ya, José Manuel, ha comer nos han dicho. Creo que deberíamos poner música
- Buena idea, que prefieres?
- Hum..lo dejo a su elección.
- A ver a ver, veamos – mientras buscaba en su equipo algo que sorprendiera a Josefina.

Almorzaron y Josefina llenó cualquier espacio a fin de no retomar el tema. Cuando sentía que se abría la posibilidad de volver, de inmediato lo sacaba con una pregunta y lo llevaba a una conversación diametralmente opuesta. Don José Manuel, no insistió porque era evidente que Josefina estaba incómoda y hasta alterada.

- Podríamos ir al cine? Están dando “No es país para viejos” y ganó el Oscar – de esta forma Josefina sentía que estaría toda la tarde junto a su amado, pero sin enfrentarse a temas pendientes.
- Llama a ver si quedan entradas.
- Ok.

La tarde continuó con la ida al cine y un café a la salida de este, donde comentaron la actuación de Javier Barden y el tema central, hasta cerca de las diez de la noche en que Josefina regresó a
su casa.

Josefina tomó su cara con las dos manos y le besó en la comisura de la boca, agradeciéndole el día, y disculpándose por sus exabruptos.

Llegó a casa y Graciela ya había llegado, los roles se intercambiaron por cerca de una hora en que Josefina le contaba con lujos y detalles las conversaciones que había sostenido con José Manuel. Graciela abría los ojos y exclamaba a cada segundo “guau”.

- Mamá: estás de quince años
- Hay Graciela: lo quiero tanto
- Se te nota en la cara, tu mirada con unos ojos brillantes, se nota la ilusión que sientes y la pasión con que hablas, se te nota en la frescura de tu piel; la misma renovación que has hecho con tu ropa, con tu pelo. Hace tiempo que yo ya me había dado cuenta, te diría que incluso antes que tu, la forma en que lo mirabas, la sonrisa de oreja a oreja. Hay señora mamá, usted estaba enamorada desde ya hace bastante tiempo y yo encuentro……(que ha pesar que me ha dolido la separación con mi papá ) no puedo dejar de reconocer que la casa es un agrado, que tu estás feliz y mi papa, bueno se tendrá que armar- si ya no se ha armado-
- Estoy pisando algodones, si casi por un pelo lo besé.
- Que osada!
- Ya chiquilla de porquería no te rías de mi alegría. Bueno me voy a acostar
- Y a soñar con…..el angelito de la guarda.
- Dame un beso, que te quiero tanto

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